Salario mínimo y empleo: avances salariales y estancamiento laboral en México

El alza histórica al salario mínimo impulsa ingresos, pero el empleo formal crece a ritmo mínimo desde 2018, creando un nuevo contraste económico.

Salario mínimo y empleo: avances salariales y estancamiento laboral en México
Salario mínimo y empleo: avances salariales y estancamiento laboral en México

Hablar hoy de salario mínimo y empleo en México es contar una historia con dos caras: una de éxito salarial y otra de estancamiento laboral. Es la narrativa de un país donde millones ganan más que antes, pero donde la oferta de trabajo crece tan lentamente que amenaza con desdibujar los avances conseguidos desde 2018.

Todo comienza con lo que parece un triunfo: el aumento sostenido del salario mínimo. Desde que la llamada Cuarta Transformación llegó al poder, el ingreso base de los trabajadores subió año tras año, rompiendo décadas de contención salarial. Sin embargo, conforme crecía el salario, el número de empleos creados apenas se movía. Era como ver una puerta que se abre de un lado, pero otra que se cierra del otro.

México entre dos fuerzas: salarios que suben y empleos que no llegan

Datos del Inegi revelan que al cierre del primer semestre de 2025 había 39.7 millones de puestos remunerados, apenas 0.72% más que en 2018. En contraste, las remuneraciones totales crecieron 72.9% en el mismo periodo.

En otras palabras: México paga mejor, pero no contrata más.

Esta paradoja se convirtió en un tema central para la política económica, porque un país puede aumentar salarios por decreto, pero el empleo depende también de productividad, inversión y condiciones para las empresas.

El recorrido histórico de los salarios: un ascenso sin precedentes

El trayecto salarial es contundente:

  • 2018: 88 pesos
  • 2019: 102.68 pesos
  • 2020: 123.22 pesos
  • 2021: 141.70 pesos
  • 2022: 172.87 pesos
  • 2023: 207.44 pesos
  • 2024: 248.93 pesos

Y a partir del 1 de enero de 2026, el salario mínimo ascenderá a 315.04 pesos diarios, marcando ocho años de aumentos de dos dígitos.

Es, quizá, el mayor avance en poder adquisitivo desde los años noventa. Pero cada logro trae consigo un nuevo reto: ¿cómo garantizar que este crecimiento no se convierta en una promesa incompleta por la falta de espacios laborales?

Aquí es donde reaparece la dualidad entre salario mínimo y empleo, una relación que se mantiene tensa en medio de la transformación económica del país.

El otro lado de la historia: quién gana más y quién gana menos

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo muestra un movimiento drástico dentro de la estructura salarial:

  • Los que ganan hasta un salario mínimo aumentaron de 4.54 millones (2018) a 16.22 millones (2025).
  • Los que ganan entre uno y dos salarios mínimos pasaron de 11.78 a 14.61 millones.
  • Pero los trabajadores que ganan más de dos salarios mínimos se desplomaron:
    • De 8.04 millones a 2.74 millones
    • De 5.13 millones a 887 mil
    • De 1.7 millones a 291 mil

México está migrando hacia una base salarial más pareja… pero también más baja. El resultado: un mercado laboral menos diverso y, según expertos, potencialmente menos competitivo.

¿Qué significa esto para el futuro laboral del país?

El estancamiento en la creación de empleos podría tener efectos duraderos. Aunque los incrementos al salario mínimo han elevado el ingreso de millones de mexicanos, la falta de nuevos puestos limita el crecimiento económico y reduce las oportunidades de movilidad social.

Para los jóvenes que buscan su primer trabajo, para las mujeres que quieren incorporarse al mercado laboral, y para los profesionistas que aspiran a mejores ingresos, el reto no es sólo cuánto se paga, sino dónde se puede trabajar.

Un país dividido entre logros y desafíos

La relación entre salario mínimo y empleo sigue siendo el gran dilema económico de México. Mientras los ingresos suben a un ritmo histórico, el empleo permanece prácticamente congelado. Resolver esta contradicción será fundamental para el próximo sexenio: no basta con ganar más; México necesita también más y mejores trabajos.

Así, el debate sobre salario mínimo y empleo continúa, y su desenlace definirá si el país avanza hacia un verdadero bienestar o hacia una aparente prosperidad sin cimientos.

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