Economía mexicana volvió a mostrar señales de debilidad en noviembre, al registrar una caída mensual de 0.2%, de acuerdo con las estimaciones del Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este retroceso se da tras una ligera recuperación observada en octubre, lo que confirma un cierre de año marcado por un crecimiento limitado y sin señales claras de consolidación.

El desempeño reciente refuerza la percepción de que la economía nacional enfrenta un entorno complejo, influido por un menor dinamismo industrial, una confianza empresarial debilitada y un consumo que no logra repuntar con fuerza.
Indicador Oportuno confirma desaceleración económica
El IOAE, diseñado para ofrecer una lectura anticipada del comportamiento económico, estimó que en noviembre la actividad económica retrocedió 0.2% mensual, después del crecimiento de 0.5% registrado en octubre. Con ello, la economía mexicana acumuló cinco meses con caídas a lo largo del año: marzo, mayo, julio, septiembre y ahora noviembre.
En términos anuales, el indicador sugiere un crecimiento prácticamente nulo frente a noviembre de 2024, lo que refleja una economía estancada que no logra recuperar el ritmo observado en años anteriores.
Especialistas coinciden en que estas cifras confirman una pérdida de impulso hacia la recta final del año, con una recuperación frágil y dependiente de factores externos e internos.
Industria y servicios, los sectores más afectados
La contracción observada en noviembre se explica por la debilidad en los dos grandes sectores que evalúa el IOAE. Las actividades secundarias, donde se concentran la industria y la manufactura, habrían registrado una caída mensual de 0.3%, reflejando una menor producción y un entorno adverso para la inversión.
Por su parte, las actividades terciarias, que incluyen servicios y comercio, también mostraron un retroceso estimado de 0.1%. Aunque menor, este descenso evidencia que el consumo interno tampoco logra sostener un crecimiento robusto.
Analistas de Monex señalaron que la confianza empresarial continúa en territorio de contracción, particularmente en los sectores de manufactura, construcción y comercio, lo que limita la posibilidad de una recuperación sostenida en el corto plazo.
Crecimiento anual sin señales de consolidación
En la comparación anual, los datos del IOAE muestran un panorama poco alentador. Tras un repunte transitorio en octubre, noviembre habría cerrado con crecimiento cero, confirmando que la economía mexicana atraviesa un periodo de ralentización estructural.
De acuerdo con estrategas financieros, el deterioro del sector industrial y el desempeño moderado de los servicios han impedido que la actividad económica se consolide. La falta de inversión privada y la cautela de las empresas frente a un entorno global incierto también han influido en este resultado.
Este escenario ha llevado a ajustar las expectativas de crecimiento para el cierre del año y para 2026.
PIB crecería menos de lo previsto por el gobierno
La debilidad económica observada en los últimos meses ha provocado revisiones a la baja en las proyecciones del Producto Interno Bruto (PIB). Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, estimó que entre enero y noviembre la economía habría crecido apenas 0.09% mensual en promedio.
De mantenerse esta tendencia en diciembre, el crecimiento anual del PIB en 2025 se ubicaría alrededor de 0.44%, ligeramente por debajo del rango estimado por el gobierno federal, que proyecta entre 0.5% y 1.5%.
Otras estimaciones, como la Encuesta Citi de Expectativas, también apuntan a un crecimiento cercano al 0.4% para el cierre del año, con la esperanza de un repunte más sólido en 2026.
Retos para la economía mexicana en el corto plazo
El desempeño reciente sugiere que la economía mexicana enfrenta retos importantes de cara al próximo año. La generación de empleo se mantiene limitada, la inversión muestra cautela y el consumo continúa presionado por un entorno inflacionario y tasas de interés aún elevadas.
Aunque la Secretaría de Hacienda ha señalado que espera una mejora hacia el siguiente trimestre, los datos actuales indican que cualquier recuperación será gradual y dependerá de factores como la estabilidad financiera, el dinamismo de Estados Unidos y la confianza empresarial.
Un cierre de año con crecimiento débil
La caída de 0.2% en noviembre confirma que la economía mexicana cerrará el año con un crecimiento modesto y sin señales claras de aceleración. La debilidad en la industria y los servicios, junto con un PIB por debajo de lo esperado, plantea un escenario de cautela para hogares, empresas y autoridades.
De cara a 2026, el reto será reactivar la inversión, fortalecer el mercado interno y generar condiciones que permitan un crecimiento más sólido y sostenible.