La economía de Singapur, un barómetro del comercio mundial, sufre un revés. Las exportaciones cayeron un 3,5% en mayo, recortando el pronóstico de PIB para 2025.
Una señal de alarma para la economía global ha sonado en Singapur. Las exportaciones clave del país sufrieron una caída inesperada en mayo, arrastradas por un desplome del 20,6% en los envíos a Estados Unidos. Este dato ha forzado al gobierno a recortar su previsión de crecimiento del PIB.
Singapur, la ciudad-estado cuya economía es un termómetro de la salud del comercio mundial, ha registrado un dato económico que ha sorprendido y preocupado a los mercados. Una caída abrupta e inesperada de sus exportaciones en mayo, liderada por un colapso en los envíos a Estados Unidos, revela la extrema vulnerabilidad de las economías hiperglobalizadas a las fricciones geopolíticas y al proteccionismo. Este revés actúa como una clara advertencia de que la incertidumbre comercial está empezando a causar un daño tangible en los flujos económicos globales.
Las cifras que encendieron las alarmas
Los datos publicados por Enterprise Singapore, la agencia de comercio del gobierno, fueron un jarro de agua fría para los analistas:
* Las exportaciones nacionales no petroleras (NODX), un indicador clave, cayeron un 3,5% interanual en mayo. Este dato contrasta fuertemente con el crecimiento del 12,4% de abril y las previsiones de los analistas, que esperaban un aumento del 8%.
* El principal responsable de la caída fue un desplome del 20,6% en las exportaciones a Estados Unidos, uno de sus socios comerciales más importantes.
* Sectores específicos se vieron gravemente afectados en los envíos a EE.UU., con caídas dramáticas en maquinaria especializada (-49,2%), preparaciones alimenticias (-35,7%) y artículos manufacturados diversos (-41%).
El efecto de los aranceles y la incertidumbre futura
Los expertos atribuyen este mal resultado al fin del efecto de «adelantamiento de pedidos» (front-loading). Durante los meses anteriores, muchas empresas habían acelerado sus envíos para anticiparse a la posible imposición de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos. Ahora que ese efecto se ha enfriado, la debilidad subyacente de la demanda ha quedado al descubierto.
La perspectiva futura es sombría. La incertidumbre sobre la política arancelaria de EE.UU. persiste, con una tregua de 90 días a punto de expirar, lo que podría traer nuevas turbulencias.
Como consecuencia directa de estos datos, Singapur ha tenido que revisar a la baja su pronóstico de crecimiento del PIB para 2025. La nueva estimación se sitúa en un rango de 0% a 2%, una reducción significativa desde el anterior 1% a 3%.
Reacciones del gobierno y analistas
El gobierno, a través de Enterprise Singapore y el Departamento de Estadísticas, confirmó las cifras, señalando que el comercio total de mercancías apenas creció un 1,0%.
Los analistas de bancos como UOB y RHB han recortado sus propias previsiones de exportación, citando la debilitada demanda global y los riesgos geopolíticos. Un economista senior de DBS fue categórico al afirmar que el sentimiento manufacturero de Singapur sigue siendo débil y que los exportadores son vulnerables a la «montaña rusa de aranceles de EE.UU.».
Los datos de Singapur son más que una historia local. Son el canario en la mina de carbón del comercio mundial, una señal cuantitativa de que la competencia entre las grandes potencias está erosionando activamente los cimientos de la economía global.
