Después de más de dos años de espera, los aficionados del Barcelona finalmente han vuelto a pisar el sagrado césped del Camp Nou. El viernes marcó un hito histórico para el club culé, cuando más de 20,000 seguidores llenaron parcialmente el remodelado estadio para presenciar un entrenamiento del equipo, en lo que representó el primer evento público en el recinto desde que comenzaron las megaremodelaciones que transformarán por completo el coloso barcelonista.
Un escenario en transformación
Aunque las grúas de construcción todavía dominan el horizonte y el nivel superior presenta enormes agujeros, la emoción de los aficionados era palpable. Isabel García, una estudiante de 22 años, resumió el sentir general: «Estamos súper emocionados porque hemos estado esperando esto durante tanto tiempo. Es genial estar aquí, incluso si no está terminado». Esta mezcla de ilusión y paciencia caracteriza el momento actual del club, que navega entre la emoción del reencuentro y la realidad de una obra que aún tiene mucho camino por delante.
La vista desde el interior del estado revela la magnitud del trabajo pendiente. Toda la cubierta superior aparece como un esqueleto sin asientos, con andamios todavía presentes en múltiples secciones. Sin embargo, estos vestigios de la construcción no lograron opacar la magia del reencuentro entre el equipo y su hinchada en su hogar tradicional.
Laporta y el sueño colectivo
El presidente Joan Laporta no escatimó en calificativos para describir la jornada, catalogándola como un «día histórico» para la institución. «Este es el proyecto más importante en la historia del club, es el sueño colectivo de los ‘culés’, y este es un sueño que se ha hecho realidad», afirmó el mandatario, quien además confirmó que el club espera reiniciar los partidos oficiales en el estadio más adelante este mismo mes.
Laporta también destacó el impacto económico que significará el regreso al Camp Nou, señalando que impulsará las ventas en días de partido y las oportunidades de merchandising. El club proyecta, aunque no puede garantizar, celebrar un encuentro con aproximadamente 45,000 aficionados en noviembre, un significativo avance considerando que Barcelona jugó por última vez en el Camp Nou en mayo de 2023.
La perspectiva de los aficionados
Para los seguidores más fieles, el regreso al Camp Nou representa mucho más que un simple cambio de escenario. Santiago Jiménez, de 61 años, quien ha seguido diariamente el progreso de las obras a través de transmisiones de video, expresó con emoción: «Ver la construcción en una pequeña pantalla era nada comparado con estar aquí. Puedes sentir el poder que este estadio le da al equipo».
Esta conexión emocional se reflejó en la asistencia masiva al entrenamiento, donde 21,000 aficionados pagaron entre 5 euros (socios) y 10 euros (público general) para presenciar la sesión de práctica. El ambiente recreó la intensidad de un día de partido, con vítores resonando cada vez que Lamine Yamal y sus compañeros demostraban su calidad sobre el brillante césped verde.
El complejo camino de la reconstrucción
El ambicioso proyecto de remodelación comenzó en junio de 2023 con el objetivo de expandir la capacidad del que ya era el mayor recinto de fútbol de Europa, pasando de 99,000 a 105,000 asientos. Para financiar esta megaobra, el club, actualmente altamente endeudado, aseguró 1,450 millones de euros de múltiples inversores, una cifra que refleja la envergadura de las transformaciones.
Los plazos han experimentado retrasos significativos desde el plan original, que contemplaba el regreso para noviembre de 2024 coincidiendo con el 125 aniversario del club. Estas demoras obligaron al equipo a improvisar, incluyendo la celebración de un partido de liga en su estadio de entrenamiento de 6,000 asientos en septiembre, mientras el Estadio Olímpico de propiedad municipal (55,000 asientos) ha servido como sede temporal durante la temporada 2023-24.
El futuro inmediato del coloso culé
Mientras el equipo de Hansi Flick se prepara para su próximo partido de La Liga contra Celta Vigo, la renovación del Camp Nou continúa a toda marcha. Aunque Laporta evitó dar una estimación concreta sobre cuándo estará completamente terminado el estadio, el simple hecho de haber reiniciado actividades, aunque sea parcialmente, representa un avance fundamental en el proyecto más ambicioso de la historia del club.
El regreso al Camp Nou no solo significa recuperar la ventaja competitiva que representa jugar en un escenario de tales características, sino también restablecer esa conexión única entre el equipo y su hinchada que ha hecho del coloso barcelonista uno de los estadios más emblemáticos y temidos del fútbol mundial. El renacimiento del Camp Nou avanza, y con él, la ilusión de toda una comunidad culé que vuelve a casa.
