Cómo cuidar el cerebro: 5 ejercicios para la memoria

Ejercicios para agilizar el cerebro, cuidar la memoria y fortalecer la mente para mejorar la concentración.

Cómo cuidar el cerebro: 5 ejercicios para la memoria

El cerebro, al igual que los músculos, necesita entrenamiento constante para mantenerse ágil, flexible y con buena capacidad de respuesta. Con el paso del tiempo, la falta de estímulos puede ralentizar procesos como la memoria, la atención y la velocidad de pensamiento, pero la buena noticia es que existen hábitos sencillos que ayudan a contrarrestarlo.

Expertos en salud cognitiva coinciden en que combinar movimiento físico, desafío mental y control del estrés es la fórmula más efectiva para fortalecer la memoria y crear una reserva cognitiva sólida, clave para un envejecimiento activo.

Ejercicio aeróbico para cuidar el cerebro

Caminar a paso rápido, nadar o andar en bicicleta estimula el flujo sanguíneo hacia el cerebro. Este aumento de oxígeno y nutrientes favorece zonas clave como el hipocampo, directamente relacionado con la memoria y el aprendizaje.

Cómo hacerlo: Sesiones de 30 minutos, al menos cinco días a la semana.

Cuándo hacerlo: Por la mañana o a media tarde, cuando se necesita mayor claridad mental y energía.

5 ejercicios para agilizar el cerebro y cuidar la memoria
Los ejercicios ayudan a agilizar el cerebro y cuidar la memoria.

Entrenamiento de fuerza

El trabajo de fuerza no solo mejora la masa muscular. También estimula la liberación de sustancias que reducen la inflamación cerebral y fortalecen las conexiones neuronales. Está vinculado con una mejor planificación, mayor concentración y control emocional.

Cómo hacerlo: Dos o tres veces por semana, con pesas, ligas o ejercicios de peso corporal.

Cuándo hacerlo: En días alternos al cardio, idealmente antes de actividades que requieran toma de decisiones.

Aprender algo nuevo

Iniciar una habilidad desde cero obliga al cerebro a crear nuevas rutas neuronales. Aprender un idioma, tocar un instrumento, cocinar recetas complejas o practicar fotografía activa varias áreas cerebrales al mismo tiempo.

Cómo hacerlo: Práctica constante de 20 a 40 minutos, aumentando poco a poco la dificultad.

Cuándo hacerlo: En momentos de mayor descanso mental, lejos de distracciones digitales.

Meditación y atención plena

El estrés crónico afecta directamente la memoria y el cerebro. La meditación y el mindfulness ayudan a reducir los niveles de cortisol, favoreciendo la concentración y la claridad mental. Además, fortalecen la corteza prefrontal y la toma de decisiones.

Cómo hacerlo: Entre 10 y 15 minutos diarios con respiración consciente o meditaciones guiadas.

Cuándo hacerlo: Al iniciar el día o antes de dormir para mejorar la calidad del descanso.

Juegos de estrategia

Juegos como ajedrez, sudoku avanzado, rompecabezas o juegos de lógica fortalecen la memoria de trabajo y la flexibilidad mental. La clave es evitar la rutina y buscar desafíos nuevos.

Cómo hacerlo: De 15 a 30 minutos por sesión, variando el tipo de juego.

Cuándo hacerlo: En pausas activas durante el día o como parte de la rutina nocturna.

Además del ejercicio físico y mental, existen hábitos diarios que potencian sus efectos:

  • Dormir bien: entre 7 y 8 horas por noche es esencial para consolidar la memoria.
  • Alimentación equilibrada: prioriza frutas, verduras, pescado, frutos secos y cereales integrales.
  • Hidratación constante: incluso una deshidratación leve puede afectar la atención.
  • Reducir el multitasking: hacer una cosa a la vez mejora la retención de información.
  • Socializar con frecuencia: conversar y compartir experiencias estimula funciones cognitivas clave.
  • Mantener rutinas activas: cambiar trayectos, leer géneros nuevos o aprender datos curiosos mantiene al cerebro en alerta.
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