México y el Pacto de Plásticos: Estrategias para combatir la contaminación de plásticos
El plástico es un material omnipresente en nuestras vidas. Con propiedades versátiles y duraderas, se usa en casi todas las industrias, pero sus ventajas han traído un alto costo ambiental. En México, entre el 38% y el 58% de los residuos plásticos terminan gestionándose de forma inadecuada, y alrededor de 2 a 3.6 millones de toneladas de estos residuos se filtran al ambiente cada año. Este plástico no solo daña nuestros paisajes y ecosistemas, sino que representa un riesgo para la salud humana y animal.
Para abordar esta crisis, el pasado marzo se lanzó en México el Pacto de Plásticos (PPMX). Esta iniciativa, respaldada por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y WRAP (una organización internacional de economía circular), se enfoca en reducir la contaminación plástica a través de soluciones sostenibles que adopten una economía circular.
Los 10 plásticos más contaminantes y cómo afectan a México
Después de meses de investigación y debates, el Pacto de Plásticos de México identificó los diez tipos de plásticos más contaminantes en el país. Este análisis ofrece una guía para que empresas, gobiernos y consumidores reduzcan los residuos plásticos y su impacto en nuestros ecosistemas. A continuación, se enlistan estos plásticos y su impacto en México:
- Microplásticos: Estos diminutos plásticos se añaden a productos como exfoliantes y cosméticos. Se dispersan en el ambiente y afectan los sistemas marinos.
- Popotes desechables: De un solo uso, estos plásticos terminan rápidamente en vertederos o en el mar, donde pueden tardar siglos en descomponerse.
- PET opaco o pigmentado: Utilizado en envases de colores, este tipo de PET es difícil de reciclar y suele terminar en el ambiente.
- Aditivos oxodegradables: Se añaden a algunos plásticos para que se desintegren en partículas, pero en lugar de biodegradarse, se fragmentan en microplásticos persistentes.
- Etiquetas de PVC (cloruro de polivinilo): Se usan para etiquetar productos, pero este material es muy difícil de reciclar y su incineración libera toxinas.
- PVC en película: Principalmente en el sector alimenticio, su uso en envolturas genera residuos plásticos complicados de reciclar.
- Poliestireno de alto impacto: Empleado en empaques de productos como yogur y gelatinas, su reciclaje es limitado.
- Poliestireno expandido (EPS): El “unicel” que vemos en empaques de comida desechable es extremadamente contaminante y difícil de manejar.
- Bolsas de un solo uso: Incluye bolsas para productos frescos que se entregan en tiendas. Su vida útil es corta, pero su degradación en el ambiente tarda años.
- Sobreempaques: Embalajes innecesarios que no aportan protección adicional a los productos y terminan aumentando los residuos.
Estrategias del Pacto de Plásticos de México para reducir el impacto
El Pacto no se limita a identificar el problema; también propone soluciones para cada uno de estos plásticos, enfocándose en cuatro áreas clave: eliminación, sustitución de materiales, rediseño y reciclaje. Entre las acciones propuestas, destacan:
- Eliminación de plásticos innecesarios: Se busca evitar el uso de materiales que no aportan valor, como los sobreempaques.
- Sustitución de materiales: Proponer alternativas biodegradables o fácilmente reciclables para los plásticos problemáticos.
- Rediseño de empaques: Crear envases más sostenibles que faciliten su manejo y reciclaje posterior.
- Fortalecimiento de los sistemas de acopio y reciclaje: Mejorar la infraestructura de reciclaje para asegurar que los materiales plásticos sean reutilizados adecuadamente.
El impacto de estas estrategias depende de la colaboración entre empresas, gobiernos y ciudadanos. Para lograrlo, el Pacto invita a más compañías a unirse a la causa y alinear sus procesos con estos principios de sostenibilidad.
¿Cómo afecta la contaminación plástica a la salud y el medio ambiente en México?
Los plásticos que llegan al ambiente no solo perjudican los ecosistemas marinos y terrestres, sino que también pueden afectar nuestra salud. Muchos de estos plásticos contienen aditivos tóxicos que, al degradarse, liberan sustancias dañinas que se filtran en el suelo y el agua. En los mares, los microplásticos son ingeridos por la fauna marina y eventualmente ingresan en la cadena alimentaria, afectando también a los humanos.
En las playas de México, se estima que los plásticos representan entre el 60% y el 90% de la basura, contaminando los entornos naturales y afectando la biodiversidad. Por lo tanto, reducir el uso y desecho de plásticos es una acción urgente para preservar la calidad ambiental.
La responsabilidad compartida y el rol de la industria
La industria tiene un papel fundamental en esta transformación. Al adoptar principios de economía circular y reducir el uso de plásticos contaminantes, las empresas no solo contribuyen a un futuro sostenible, sino que también refuerzan su responsabilidad social y ambiental. La participación de grandes y pequeñas compañías en el Pacto será esencial para el éxito de esta iniciativa.
Además, el consumidor también es clave. La adopción de prácticas como reducir el consumo de plásticos de un solo uso, optar por productos con empaques sostenibles y apoyar iniciativas de reciclaje contribuyen a reducir el impacto ambiental.
Un futuro con menos plástico es posible
El Pacto de Plásticos de México es una oportunidad para cambiar la manera en que gestionamos los plásticos en el país. Al unirse empresas, gobiernos y ciudadanos, es posible reducir la contaminación y avanzar hacia una economía circular en la que los materiales plásticos se mantengan en el ciclo productivo el mayor tiempo posible.
El cambio comienza con pequeñas acciones y con el compromiso de todos los actores involucrados. México tiene la oportunidad de ser un ejemplo en la región en la lucha contra la contaminación plástica y, con el Pacto de Plásticos, se han sentado las bases para un futuro más limpio y sostenible.
¡Únete a nuestro canal en WhatsApp! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.
