Disney revive la nostalgia con Lilo y Stitch: ¿su mejor live-action?

Disney revive la nostalgia con Lilo y Stitch: ¿su mejor live-action?

El live-action de Lilo y Stitch está despertando un interés inesperado. Mientras otros remakes han dividido a la audiencia, este parece haber encontrado una fórmula efectiva: jugar con la nostalgia. Con una estrategia de marketing que rememora la promoción del filme original de 2002, Disney está logrando conectar con los fans. ¿Es este el punto de inflexión para los live-action?

Las mascotas, la fórmula secreta de Disney

No es casualidad que cada película de Disney venga acompañada de una mascota encantadora. Desde Pascal en Enredados, hasta Grogu en The Mandalorian, la compañía ha sabido capitalizar el amor del público por los personajes adorables. Stitch, aunque no es una mascota en el sentido tradicional, ha sido uno de los personajes más icónicos en la historia de Disney. Su carácter travieso y entrañable ha generado una de las líneas de merchandising más rentables de la compañía.

Ahora, con el estreno del live-action, Disney ha apostado por lo que mejor sabe hacer: usar el apego emocional del público hacia sus personajes para generar expectativa.

El acierto en la estrategia de marketing

Los nuevos carteles promocionales de Lilo y Stitch han causado furor en redes sociales. En ellos, Stitch aparece “colándose” en escenas clásicas de Disney, una táctica que fue utilizada en la promoción del filme original hace más de dos décadas. Esto ha generado una reacción positiva entre los fans, quienes aplauden la estrategia.

“Para aquellos que no lo recuerdan, así fue exactamente como se comercializó la película original”, comentó un usuario en redes. “Denle un aumento al responsable de esta campaña”, señaló otro. La nostalgia está funcionando y la película ya cuenta con una base de seguidores dispuestos a darle una oportunidad.

¿Es suficiente la nostalgia para el éxito?

El caso de Lilo y Stitch podría marcar un cambio en la estrategia de Disney para sus futuros live-action. Con adaptaciones anteriores como Blancanieves enfrentando fuertes críticas, la compañía parece haber aprendido que mantenerse fiel a la esencia de sus clásicos puede ser una mejor estrategia que reinventarlos por completo.

Sin embargo, a pesar del entusiasmo inicial, la verdadera prueba será el estreno de la película el 23 de mayo. Solo entonces se sabrá si esta estrategia de marketing se traduce en un éxito en taquilla o si simplemente es un buen recuerdo sin impacto real.

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