Bajo el amparo de la ley, las elites gobernantes siguen empleando como mecanismo de control, hechos y actos jurídicos de corte político para descarrilar adversarios electorales tal como hoy ha sucedido en Turquía.
Apenas hace unas horas, en aquel extremo del mundo, el alcalde de Estambul y líder socialdemócrata, Ekrem Imamoglu, ha sido consignado por cargos de corrupción y poco después, destituido de su cargo por el Ministerio de Interior turco. Según el Gobierno turco, el líder opositor fue detenido en el marco de una investigación judicial por una trama de supuesta “corrupción” y “colaboración con grupos terroristas”, que hacen referencia a la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) mientras la mayoría de partidos turcos censuran la operación policial y la oposición la califica como “golpe de Estado”.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, marcó un punto y aparte en la historia democrática del país al llevar a cabo la detención del alcalde de Estambul; después de la detención, las protestas contrarias a al presidente se extendieron a lo largo del país amenazando con convertirse en una expresión más generalizada de la ira popular por las condiciones políticas y sociales del país.
Desafuero al estilo turco
Imamoglu es candidato en las primarias del Partido Republicano del Pueblo (CHP), que se celebraron el domingo, para definir quién competirá en las elecciones presidenciales de 2028.
El arresto del opositor no fue una sorpresa ya que la Fiscalía había abierto en los últimos meses varias investigaciones contra el alcalde y otras figuras de su partido, además de dos regidores de distritos que también han sido enviados a prisión preventiva.
Imamoglu enfrenta dos causas judiciales abiertas que le inculpan por ser cabeza de una organización criminal con ánimo de lucro, con actos de corrupción, soborno y licitaciones manipuladas. Mientras tanto las autoridades turcas le atribuyen vínculos con la considerada terrorista guerrilla del PKK, a través de la iniciativa conocida como “Consenso urbano”, que el CHP y el Partido de la Izquierda Pro Kurda (DEM), antiguo partido HDP, lanzaron antes de las elecciones municipales de marzo de 2024.
Este desenlace era previsible considerando la detención de varios alcaldes municipales en Estambul, como los de Beylikdüzü y Beşiktaş, por sus presuntos vínculos con el movimiento kurdo -una práctica que se ha convertido habitual en Turquía-.
Así es como este episodio se entiende como la fase final de una serie de detenciones dirigidas a eliminar al principal rival de Erdoğan y a quien percibe como su “mayor amenaza” por lo que era previsible que esta estrategia alcanzara eventualmente al principal partido de la oposición, en un momento en que las encuestas indican que es el más votado en el país.
Desafuero al estilo gringo
En mayo del año pasado, Donald Trump se convirtió en el primer expresidente estadounidense condenado penalmente cuando un jurado de Manhattan lo declaró culpable de 34 delitos graves. Trump se convirtió en el primer expresidente, y futuro presidente, en ser sentenciado por un delito.
El juez Juan M. Merchan, de la Corte Suprema de Manhattan, planteó conceder a Trump la liberación incondicional, una sentencia indulgente poco frecuente para los acusados condenados en Manhattan por los mismos cargos que Trump.
Trump fue declarado culpable de 34 cargos de falsificación de registros comerciales en primer grado. Los cargos se derivan de un pago de 130,000 dólares que el otrora abogado personal de Trump, Michael D. Cohen, hizo a la actriz porno Stormy Daniels en los días previos a las elecciones de 2016, a fin de acallar la noticia de una relación sexual que ella dijo haber mantenido con Trump.
Desafuero al estilo brasileño
En noviembre de 2019, tras pasar 580 días en prisión y no poder participar en las elecciones presidenciales de 2018, la justicia brasileña le revocó al ahora presidente electo, Lula da Silva, las condenas que había recibido por la llamada Operación Lava Jato.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) había sido declarado culpable por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero, pero en 2021 el Supremo Tribunal Federal (STF) revocó estas condenas al entender que a Lula no se le habían respetado sus derechos durante el proceso llevado a cabo por el entonces juez Sergio Moro.
Desafuero al estilo mexicano
El desafuero de Andrés Manuel López Obrador fue uno de los temas políticos más importantes entre el 2004 y 2005, durante el sexenio de Fox, conoce las razones del porqué se dio esto.
Cabe recordar que el fuero constitucional es el beneficio de presidentes, gobernadores y legisladores que consiste en tener un “blindaje” ante posibles procesos penales con razones políticas.
Fue el 18 de mayo de 2004 cuando la PGR envió a la Cámara de Diputados la solicitud de desafuero de López Obrador.
La entonces Procuraduría Federal de la República (PGR) emitió una orden judicial donde se acusaba al entonces jefe del Distrito Federal de invadir un terreno privado (El Encino) para construir una calle. Fue durante el sexenio de Vicente Fox cuando se solicitó quitar el fuero a AMLO para que respondiera ante el supuesto incumplimiento de la orden judicial.
Conclusión Biopolítica
EL adolescentrismo político superó ya el denominado “idiotismo” como suerte de sociedad sin generaciones; por una transgeneración degenerada ausente y errada de toda arte de hacer política.
P.D. ¿Dónde quedó la cultura política?
