¿Tu perro te saca a pasear a ti? Te enseñamos la técnica definitiva para adiestrarlo y lograr caminatas relajadas que ambos disfruten ¡funciona!
El paseo diario es uno de los momentos más importantes para la salud física y mental de tu perro, y para fortalecer el vínculo contigo. Sin embargo, para muchos dueños, se convierte en una fuente de estrés y frustración. Si sientes que tu brazo se va a dislocar cada vez que sales a la calle, respira hondo. No estás solo y, lo más importante, tiene solución.
En La Verdad Noticias, te guiaremos para que dejes de luchar y empieces a disfrutar. Olvídate de los tirones y los castigos; la clave está en la comunicación y la constancia.
¿Por qué tira tu perro de la correa? Entendiendo la causa raíz
Antes de corregir, hay que entender. Un perro no tira para «dominarte» o molestarte.
Generalmente, lo hace por:
- Excitación pura: ¡El mundo exterior es un lugar increíblemente oloroso y emocionante!
- Ansiedad o miedo: Quiere alejarse rápidamente de algo que le asusta.
- Falta de entrenamiento: Simplemente, nadie le ha enseñado que caminar con la correa floja es lo que se espera de él.
- Ha aprendido que tirar funciona: Si cada vez que tira, logra llegar a ese árbol que quiere oler, el comportamiento se refuerza.
El equipo correcto: Tu primer paso al éxito
Antes de empezar, asegúrate de tener las herramientas adecuadas. Esto puede marcar una gran diferencia.
- Arnés anti-tirones: Busca uno que tenga el enganche para la correa en el pecho (frontal). Esto redirige suavemente a tu perro hacia ti cuando intenta tirar, sin lastimar su cuello.
- Correa fija: Evita las correas retráctiles o extensibles. Necesitas una correa de longitud
estándar (entre 1.5 y 2 metros) para tener un mejor control y comunicación. - Premios de alto valor: Trozos pequeños de salchicha, pollo o premios comerciales que a tu
perro le encanten.
El método de 5 pasos para paseos perfectos
La paciencia es tu mejor aliada. Practica estos pasos en sesiones cortas de 10-15 minutos al día, inicialmente en un lugar con pocas distracciones.
Paso 1: Conviértete en un «Árbol»
En cuanto sientas tensión en la correa, detente por completo. Quédate quieto, como un árbol. No jales hacia atrás, no le grites. Simplemente, el paseo se detiene.
Paso 2: Espera el «aflojamiento»
Mantente inmóvil hasta que tu perro, por un segundo, afloje la tensión. Puede que se gire a
mirarte confundido. ¡Ese es el momento!
Paso 3: Premia y avanza
Justo en el instante en que la correa se afloja, dile «¡Muy bien!» con voz alegre y dale un premio. Inmediatamente después, da un paso adelante para reanudar la caminata.
Paso 4: El juego del «cambio de dirección»
Si tu perro insiste en tirar hacia adelante, detente y, cuando afloje, da media vuelta y camina en la dirección opuesta. Esto le enseña que seguirte a ti es más interesante y gratificante.
Paso 5: Refuerza la posición orrecta
Cuando tu perro camine a tu lado con la correa floja, aunque sea por unos pocos segundos,
prémialo. Lanza un premio al suelo justo a tu lado. Debe aprender que estar cerca de ti es el mejor lugar del mundo.
«El secreto no es castigar el tirón, es premiar la calma. Tu perro debe
entender que caminar a tu lado es lo que hace que el paseo continúe y que las cosas buenas sucedan».
Ser constante es fundamental. Al principio, puede que solo avances unos pocos metros, ¡y está bien! Cada paso sin tensión es una victoria. Con el tiempo, tu perro entenderá la dinámica y los paseos se convertirán en la actividad placentera que siempre debieron ser.
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