La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en coordinación con la Policía Cibernética y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX), identificó a dos personas presuntamente responsables de difundir falsas amenazas de artefactos explosivos en varios campus de la institución. Estas alertas provocaron desalojos, suspensión de clases y cambios temporales a la modalidad en línea durante las últimas dos semanas.
El hallazgo se logró mediante peritajes digitales que rastrearon cuentas y dispositivos vinculados con los mensajes anónimos. La investigación incluyó la revisión de IP, metadatos y actividad en redes sociales y plataformas de mensajería. Tras localizar a los presuntos responsables, la FGJ-CDMX procedió a citarlos a declarar y recopilar pruebas adicionales para integrar la carpeta de investigación.
Posibles cargos y sanciones
Si se comprueba la autoría y el objetivo de generar alarma, los señalados podrían enfrentar cargos por delitos contra la seguridad pública y uso indebido de sistemas de información, así como sanciones por la difusión de información falsa que puso en riesgo a la comunidad universitaria. Además, la Policía Cibernética analiza si hubo delitos informáticos como suplantación de identidad o manipulación de datos, lo que podría incrementar las penas.
La legislación federal contempla sanciones para quienes generen pánico o afecten la seguridad de instalaciones públicas, mientras que la normativa local de la CDMX establece cargos específicos por amenazas y desinformación que comprometan el orden en espacios educativos.
Prevención y recomendaciones
La UNAM hizo un llamado a su comunidad a no difundir rumores y a atender únicamente la información oficial proveniente de los canales institucionales. También pidió reportar cualquier mensaje sospechoso al correo y teléfonos habilitados por la Dirección General de Seguridad Universitaria y presentar denuncia ante la FGJ-CDMX cuando corresponda.
La universidad anunció que reforzará los protocolos de verificación y continuará colaborando con la Policía Cibernética para detectar y prevenir nuevas alertas, enviando un mensaje claro: la difusión de amenazas falsas y desinformación digital será investigada y sancionada.
