El niño Fernando, de cinco años, fue hallado sin vida el pasado lunes 4 de septiembre en el municipio de La Paz, Estado de México. Su madre, Noemí, asegura que el menor estaría vivo si el DIF, la policía local y el Ministerio Público hubieran atendido sus llamados de auxilio.
Entre el 1 y el 4 de septiembre, Noemí acudió en varias ocasiones al DIF de La Paz para denunciar que su hijo había sido llevado por tres personas identificadas como Carlos, Lilia y Ana Lilia. Según su testimonio, los acusados exigían mil pesos para devolver al menor.
Pese a sus visitas al DIF y a un módulo de seguridad pública cercano, no recibió apoyo. Noemí, quien tiene discapacidad intelectual, cree que esta condición influyó en que las autoridades no le dieran atención adecuada.
Amenazas y proceso judicial en curso
El 4 de septiembre, tras iniciar la carpeta de investigación, Noemí ingresó con la Policía de Género a una vivienda en la calle Carmen Serdán, donde encontraron el cuerpo del menor. La necropsia reveló múltiples lesiones y fractura craneoencefálica, con un tiempo estimado de muerte de tres a cinco días.
Carlos, Lilia y Ana Lilia están vinculados a proceso por desaparición, secuestro y homicidio. La familia de Noemí ha solicitado medidas de seguridad al Mecanismo de Protección Mexiquense, denunciando amenazas de policías y desconocidos.
En rueda de prensa, la defensora Fabiola Villa, de la organización Amor y Rabia, exigió que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México investigue las omisiones y amenazas. La próxima audiencia está programada para el 13 de octubre.
