El 1 de octubre de 2024, Claudia Sheinbaum asumió la Presidencia de México respaldada por más de 35.9 millones de votos, un registro histórico. A casi un año de ese momento, la mandataria hizo un balance sobre las decisiones más complejas que ha tomado en el poder.
Tensiones con Estados Unidos y la negociación arancelaria
Uno de los episodios que describió como los más delicados fue la negociación con Donald Trump. En medio de amenazas de nuevos aranceles a México, Sheinbaum debió decidir la postura del país frente a la presión estadounidense.
Tras intensas llamadas diplomáticas, se logró una prórroga de 90 días y se evitó que la mayoría de importaciones mexicanas recibieran el golpe arancelario, aunque sectores como el acero y el aluminio quedaron gravemente afectados con impuestos del 50%.
La Reforma Judicial: un cambio sin retorno
Otro punto crítico fue la decisión de impulsar la Reforma Judicial, un mandato heredado de su antecesor Andrés Manuel López Obrador. Pese a resistencias de sectores judiciales y políticos, Sheinbaum sostuvo que no había vuelta atrás.
El Congreso aprobó el proyecto con 86 votos a favor y el pasado 1 de junio se celebró la primera elección popular para elegir jueces, ministros y magistrados. Con la participación de casi 13 millones de electores, la presidenta calificó el proceso como “exitoso” y un paso hacia una justicia más democrática.
El desafío de gobernar con legitimidad histórica
Para Sheinbaum, la complejidad de gobernar no solo está en las reformas o en la política exterior, sino en mantener la confianza de los más de 35 millones de mexicanos que le dieron el voto. Entre decisiones de gran calado y tensiones internacionales, la presidenta ha aprendido que la política es un terreno donde la firmeza y la negociación deben convivir.
