Diversos colectivos y organizaciones civiles se reunieron en la Ciudad de México para expresar su rechazo ante lo que consideran un intento de intervención militar de Estados Unidos en Venezuela. El acto, realizado en el Monumento a Simón Bolívar, reunió a decenas de personas que con pancartas y consignas defendieron el derecho de la nación sudamericana a resolver sus asuntos internos sin presiones externas.

La protesta se enmarca en un contexto de crecientes tensiones internacionales, donde Washington ha intensificado sus operaciones militares en el Caribe, argumentando una supuesta lucha contra el narcotráfico. Para los manifestantes, estas acciones esconden un objetivo más amplio: apoderarse de la riqueza petrolera y natural de Venezuela.

Postura de la embajadora de Venezuela en México

Durante el acto, la embajadora de Venezuela en México, Stella Lugo, subrayó que la movilización no es un hecho aislado. Según explicó, similares protestas de apoyo se realizan en distintas ciudades del mundo, lo que refleja un rechazo global a lo que calificó como intentos de injerencia.

“En todo el mundo hay un repudio contundente de los pueblos contra la agresión a Venezuela, que no es más que un ataque a la paz de la región. Esto no afecta únicamente a mi país, sino que pone en riesgo la estabilidad de todas las naciones latinoamericanas”, declaró Lugo.

La diplomática añadió que el presidente Nicolás Maduro ha asumido un papel de defensa no solo de Venezuela, sino de toda América Latina, reiterando que su país es “tierra de paz” y no una amenaza para la comunidad internacional.

Participación de colectivos y organizaciones solidarias

La protesta en la CDMX contó con la participación de agrupaciones como la Asociación de Cubanos Residentes en México, así como colectivos internacionalistas y antifascistas, quienes coincidieron en señalar que la política exterior de Washington se ha caracterizado por una constante estrategia de pretextos para justificar intervenciones militares en distintas regiones del mundo.

Los asistentes recordaron que el despliegue de fuerzas estadounidenses en el Caribe se percibe como una medida desproporcionada e injustificada, especialmente en un momento en el que Venezuela atraviesa dificultades políticas y económicas internas. Para ellos, la presencia militar norteamericana no responde a un esfuerzo genuino de combate al narcotráfico, sino a un interés estratégico en controlar recursos naturales clave.

Consignas y demandas de los manifestantes

A lo largo del evento, decenas de personas portaron carteles con mensajes como “Venezuela vencerá” y “El imperialismo no pasará”, reiterando su oposición a lo que consideran una política agresiva.

Los manifestantes exigieron el cese inmediato de cualquier intento de intervención, así como el respeto a los tratados internacionales que declaran a América Latina como región de paz, libre de armas nucleares y de conflictos armados.

En ese sentido, hicieron un llamado a la unidad latinoamericana para defender no solo a Venezuela, sino también la soberanía y democracia de todos los países de la región. Según sus declaraciones, permitir que prospere un acto de intervención militar sería abrir la puerta a futuras acciones similares contra otras naciones.

América Latina y el debate sobre la soberanía

La protesta en la Ciudad de México se suma a un debate más amplio sobre el papel de Estados Unidos en la política latinoamericana. Históricamente, el continente ha sido escenario de intervenciones y presiones externas que han dejado huellas en la memoria colectiva de sus pueblos.

Analistas señalan que la movilización en apoyo a Venezuela refleja no solo un rechazo puntual a la política de Washington, sino también una defensa de un principio clave en las relaciones internacionales: la no intervención y el respeto a la soberanía nacional.

La manifestación en CDMX contra la intervención de Estados Unidos en Venezuela dejó en claro la postura de diversos sectores sociales que defienden el derecho de cada nación a decidir su propio destino. Con consignas de resistencia y llamados a la solidaridad latinoamericana, los participantes reiteraron que Venezuela no está sola y que el futuro de la región debe construirse en paz, sin imposiciones externas.

En un escenario internacional marcado por tensiones geopolíticas, estas protestas evidencian que la defensa de la soberanía y la autodeterminación de los pueblos sigue siendo una bandera vigente en América Latina.