La nueva FGR se ha convertido en uno de los temas más comentados del país. Todo comenzó con una frase inesperada durante la conferencia matutina de Claudia Sheinbaum: el fiscal Alejandro Gertz Manero dejaría su puesto para asumir una representación diplomática. La noticia se esparció rápidamente entre medios, analistas y pasillos de gobierno, marcando el inicio de una etapa de transición que podría redefinir la dinámica de seguridad nacional.
La presidenta explicó que Gertz aceptó la propuesta de sumarse como embajador, pero que aún falta la confirmación del país receptor para anunciar oficialmente su destino. Mientras tanto, Ernestina Godoy, ex consejera Jurídica del Ejecutivo Federal, fue nombrada fiscal de control Competencial y quedó como fiscal temporal al frente de la institución.
En este cambio, Sheinbaum dejó ver un mensaje central: México necesita más coordinación entre instituciones. Y en este tránsito, la nueva FGR será clave para fortalecer una estrategia de seguridad basada en inteligencia, investigación y cero impunidad.
La nueva FGR y su papel en la coordinación de seguridad
Sheinbaum explicó que, como parte de las reformas recientes, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) ahora puede coadyuvar más directamente con el Ministerio Público y con la propia fiscalía. El Centro Nacional de Inteligencia forma parte de esa estructura, permitiendo investigaciones más sólidas y con mayor intercambio de información.
La presidenta fue clara:
“A partir del nuevo fiscal esperamos que haya más coordinación, porque es una responsabilidad avanzar en seguridad.”
Para el gobierno federal, la falta de coordinación ha sido uno de los mayores obstáculos para agilizar carpetas de investigación, girar órdenes de aprehensión y combatir tanto delitos federales como crimen organizado. Con la llegada de la nueva FGR, se abre la posibilidad de una relación más estrecha entre la Guardia Nacional, la SSPC y las fiscalías estatales.
Ernestina Godoy: trayectoria, confianza y retos
Aunque Sheinbaum evitó inclinarse públicamente por una candidata definitiva, sí reconoció la capacidad de Godoy: una mujer de principios, honesta y con resultados probados durante su gestión como fiscal de la CDMX.
En el ambiente político, se respira la posibilidad de que Godoy continúe como titular plena, pero todo dependerá del Senado. En cualquier caso, su papel como encargada del despacho será determinante para establecer los criterios con los que la nueva FGR avanzará.
Los desafíos no son menores:
- combate al huachicol físico y fiscal
- investigaciones contra factureras
- delitos de cuello blanco
- reforzar casos pendientes como Odebrecht
- fortalecer la autonomía
- mejorar la transparencia institucional
Mitad del artículo: un país que exige claridad de la nueva FGR
A mitad de esta discusión, el concepto vuelve a aparecer: la nueva FGR no solo implica un relevo personal, sino un rediseño moral y operativo. México vive un momento complejo en seguridad, pero también en expectativa. Las ventas de Pemex han aumentado, evidenciando reducción en el robo de combustible; sin embargo, siguen existiendo grupos y redes que requieren investigaciones profundas.
Sheinbaum insistió en que las prioridades deberán ser definidas por quien llegue al cargo, pero subrayó que el objetivo es avanzar hacia la pacificación del país, atendiendo causas sociales y garantizando cero impunidad, sin distinción entre delitos comunes, federales o de alto impacto.
Transformación institucional: el reto más profundo
La presidenta mencionó que la Fiscalía necesita una transformación para fortalecer su transparencia. El nuevo fiscal deberá presentar un plan de trabajo ante el Senado, donde seguramente se abordarán temas como:
- procesos de investigación más ágiles
- rendición de cuentas
- colaboración interinstitucional
- fortalecimiento de capacidades periciales
- modernización tecnológica
- protección a víctimas
Esta transformación no será inmediata, pero sí urgente para recuperar la confianza ciudadana.
Una etapa que comienza con expectativa y responsabilidad
Hacia el final de su mensaje, Sheinbaum reconoció la gestión de Gertz Manero, pero también dejó claro que México entra en una nueva fase. El gabinete de seguridad espera avanzar en temas como el contrabando de combustible, delitos financieros y la persecución de quienes generan violencia.
Todo apunta a que los próximos meses serán decisivos para definir el rumbo de la nueva FGR, su liderazgo, su independencia y su efectividad. Porque en un país que exige justicia, ninguna institución puede quedarse atrás. Y la nueva FGR será pieza central para garantizar un México más seguro.
