Venezuela retira permisos a aerolíneas que atendieron advertencia de Estados Unidos
Venezuela anunció la revocación de las licencias aéreas a seis aerolíneas internacionales que decidieron suspender sus operaciones tras una advertencia emitida por la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA). Las compañías afectadas por esta drástica medida son Iberia, TAP, Avianca, LATAM, Turkish Airlines y GOL, todas con conexiones regulares hacia y desde Caracas.
El Instituto Nacional de Aviación Civil (INAC) explicó que la medida se tomó porque estas aerolíneas “se sumaron a acciones de terrorismo de Estado promovidas por Estados Unidos”, calificando como inadmisible que las empresas suspendieran operaciones basadas en un NOTAM emitido por una autoridad “sin competencia” en el espacio aéreo venezolano. Esta declaración marca un nuevo episodio de tensión entre Caracas y Washington en materia de seguridad aérea y relaciones diplomáticas.
Advertencia de Estados Unidos y reacción inmediata de las aerolíneas
El precedente de esta decisión ocurrió el viernes, cuando la FAA emitió una alerta sobre una “situación potencialmente peligrosa” al volar sobre Venezuela. Según el organismo, el país enfrenta un incremento de actividad militar, así como un deterioro de la seguridad que podría poner en riesgo a aeronaves comerciales en todas las altitudes.
Tras esta advertencia, varias aerolíneas internacionales informaron la suspensión inmediata e indefinida de sus rutas hacia Venezuela como medida preventiva. La situación provocó una respuesta contundente del gobierno venezolano, que en cuestión de días exigió a las compañías reanudar vuelos o perderían la autorización para operar en la nación sudamericana.
Ultimátum del gobierno venezolano a las empresas aéreas
El lunes, el ministro de Transporte, Ramón Velásquez, sostuvo una reunión con representantes de las aerolíneas que operan en Venezuela. Durante ese encuentro, les comunicó un ultimátum de 48 horas para restablecer las conexiones suspendidas, advirtiendo que, de no hacerlo, perderían definitivamente su permiso para utilizar el espacio aéreo venezolano.
Ese mismo día, el presidente Nicolás Maduro, durante su programa semanal de televisión, pidió a las autoridades aplicar “todo el peso de la ley” a quienes “se coman la luz”, en referencia a las compañías que hicieran caso a las sanciones o advertencias estadounidenses. Para el mandatario, la decisión de estas aerolíneas constituye un acto que contribuye a desestabilizar al país.
Aerolíneas que mantienen operaciones en Venezuela con normalidad
Aunque seis compañías perdieron su concesión, otras aerolíneas internacionales decidieron mantener operaciones sin modificaciones. Entre ellas destacan Copa Airlines, Cubana de Aviación, Boliviana de Aviación, Wingo, Satena, además de las venezolanas Estelar, Laser, Rutaca, Conviasa y Avior, que continúan ofreciendo rutas internacionales activas.
El ministro de Relaciones Interiores, Diosdado Cabello, aseguró que la advertencia estadounidense es un acto políticamente motivado, y recalcó que el mismo NOTAM aplicaba a otras regiones del mundo donde las aerolíneas sí continuaron operando sin restricciones. Para el gobierno venezolano, esto demuestra un “doble estándar” de parte de Estados Unidos y sus aliados.
Señalamientos de Venezuela sobre intereses políticos detrás de la advertencia
Cabello también subrayó una aparente contradicción: el mismo día en que varias compañías cancelaron vuelos hacia Caracas, arribó al Aeropuerto Internacional de Maiquetía un vuelo directo de Eastern Airlines, procedente de Estados Unidos, con 175 migrantes venezolanos repatriados.
“¿Cómo es que es tan peligroso y un avión de Estados Unidos trajo hoy migrantes venezolanos?”, cuestionó. Para el funcionario, este hecho evidencia que las alertas estadounidenses responden a una política de presión y agresión multiforme, más que a razones estrictamente aeronáuticas.
Las autoridades venezolanas también señalaron que la advertencia de la FAA coincide con un despliegue militar estadounidense en el Caribe, que incluye barcos de guerra, aviones, helicópteros y miles de tropas, lo cual —según Caracas— forma parte de una estrategia de intimidación.
La revocación de las licencias a estas seis aerolíneas marca un nuevo punto de quiebre en las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos, colocando al sector aeronáutico en el centro de una disputa geopolítica que continúa intensificándose. Mientras algunas compañías prefirieron apegarse a la advertencia de la FAA ante posibles riesgos, el gobierno venezolano interpreta esta decisión como una colaboración directa con una campaña de presión y desestabilización.
En medio de este escenario, miles de pasajeros enfrentan una nueva incertidumbre aérea, mientras el gobierno de Maduro insiste en que su prioridad es defender la soberanía, la seguridad y el control pleno de su espacio aéreo.
