La Casa Blanca ha confirmado la entrada en vigor de aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio de México a partir del 12 de marzo. Esta decisión forma parte de la estrategia comercial de la administración de Donald Trump, quien busca proteger la industria siderúrgica de Estados Unidos ante el crecimiento de las importaciones.
México no es el único país afectado. La medida también impactará a Canadá, Argentina, Brasil, Japón, Corea del Sur, el Reino Unido y la Unión Europea. Sin embargo, el golpe para la industria mexicana es particularmente fuerte, ya que los productos siderúrgicos representan cerca del 3% de las exportaciones totales del país.
El impacto en la economía mexicana
México exportó 3.8 millones de toneladas de acero en 2023, según datos de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco). La imposición de estos aranceles pone en riesgo la competitividad del sector, elevando los costos de exportación y reduciendo la demanda en el mercado estadounidense.
Si bien la medida afecta directamente a los productores de acero y aluminio, también podría generar efectos en otras industrias como la automotriz, la construcción y la manufactura, que dependen de estos insumos.
Trump y su política de proteccionismo
Donald Trump ha defendido los aranceles argumentando que fortalecerán la industria siderúrgica estadounidense. Según el Departamento de Comercio de EE.UU., las importaciones de acero desde México y Canadá crecieron de 7.77 millones de toneladas métricas en 2020 a 9.14 millones en 2024, lo que, a su juicio, justifica la necesidad de estas restricciones.
Además, Trump adelantó que en las próximas semanas podría imponer nuevos aranceles a sectores estratégicos, como la industria automotriz, los semiconductores y los productos farmacéuticos.
¿Por qué EE.UU. insiste en estos aranceles?
El gobierno estadounidense argumenta que el exceso de producción mundial de acero está afectando su mercado. Para 2026, la sobrecapacidad global podría alcanzar 630 millones de toneladas métricas, con China como el principal responsable del aumento en la oferta.
En 2024, China exportó más de 114 millones de toneladas métricas de acero, desplazando la producción de otros países y alterando la dinámica comercial en EE.UU. y otras naciones.
México ya ha enfrentado medidas similares
No es la primera vez que EE.UU. impone aranceles al acero y aluminio mexicanos. En 2018, Trump aplicó un gravamen del 25% bajo la Sección 232 de la Ley Comercial de 1962, justificándolo como un tema de seguridad nacional.
Sin embargo, tras la renegociación del T-MEC, estas tarifas fueron eliminadas en 2019. Ahora, con Trump nuevamente en el poder, la medida se restablece, argumentando que los acuerdos previos no lograron frenar el crecimiento de las importaciones.
Reacciones en México: Slim y el gobierno opinan
El empresario Carlos Slim reaccionó a la decisión asegurando que “no es una represalia contra México, sino un intento de Trump por proteger su industria”. Slim considera que la medida incentivará el consumo interno en EE.UU., pero reconoce que afectará la competitividad mexicana.
Por su parte, la Secretaría de Economía de México ya analiza estrategias para mitigar el impacto de los aranceles. Entre las opciones se encuentran la imposición de medidas espejo, es decir, represalias comerciales a productos estadounidenses, o la búsqueda de nuevos mercados para redirigir las exportaciones de acero y aluminio.
¿Qué sigue para México y su industria siderúrgica?
Con los aranceles en marcha, la industria mexicana enfrenta un nuevo reto comercial. La clave para minimizar el daño será la diversificación de mercados y el fortalecimiento de acuerdos con otros países.
Mientras tanto, la tensión comercial entre México y EE.UU. se mantiene, y en las próximas semanas podrían surgir nuevas restricciones para otros sectores clave.
¡Únete a nuestro canal en WhatsApp! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.


TE PODRÍA INTERESAR