La presidenta de México asegura tener comunicación directa con EE.UU., pese a que Trump la acusó de temer a los cárteles por rechazar apoyo militar
La mañana del 5 de mayo, desde el histórico Palacio Nacional, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, lanzó un mensaje firme y sereno que buscó poner freno a un nuevo episodio de tensiones con el expresidente estadounidense Donald Trump. La polémica se desató luego de que Trump, en entrevista con News Nation, declarara que Sheinbaum rechazó su propuesta de enviar tropas estadounidenses a México para combatir al narcotráfico “porque le tiene miedo a los cárteles”.
En medio de un clima político ya de por sí polarizado y con la sombra del fentanilo, la migración y el tráfico de armas como temas pendientes entre ambos países, las palabras de Trump no pasaron desapercibidas. Sin embargo, Sheinbaum optó por la diplomacia.
“No quisiera que la comunicación entre gobiernos se diera por los medios”
Durante su conferencia matutina, la mandataria fue clara: la comunicación entre los gobiernos de México y Estados Unidos continúa abierta, directa y constante. Y aunque admitió que existen diferencias, enfatizó que se abordan mediante canales institucionales, no a través de declaraciones públicas o medios de comunicación.
“Tenemos canales permanentes de diálogo. Y aunque haya desacuerdos en ciertos temas, eso no significa ruptura ni sumisión. Significa soberanía”, expresó Sheinbaum con un tono que combinó serenidad y firmeza.
Trump vuelve al ataque, pero Sheinbaum no cae en la provocación
Desde el avión presidencial que lo trasladaba en su gira por Estados Unidos, Donald Trump no dudó en ofrecer una de sus ya características declaraciones polémicas. Aseguró que durante su presidencia propuso enviar tropas a México para apoyar en el combate contra los cárteles, pero que fue rechazado por la presidenta mexicana debido al “miedo que le tiene al crimen organizado”.
«Ella tiene tanto miedo de los cárteles que no puede caminar«, dijo, para luego suavizar la crítica con una frase ambigua: “Aunque es una mujer encantadora”.
Pero lo que podría haber escalado a un conflicto diplomático más severo fue contenido por la respuesta estratégica de Sheinbaum, quien se negó a alimentar la confrontación y en su lugar reafirmó su posición de no permitir presencia militar extranjera en territorio mexicano.
Soberanía sin renunciar a la cooperación
La presidenta subrayó que México está comprometido con la lucha contra el narcotráfico, especialmente el tráfico de fentanilo, un tema central en la agenda bilateral. Pero también exigió corresponsabilidad al gobierno estadounidense, particularmente en el control del tráfico ilegal de armas hacia territorio mexicano, un punto que —reconoció— Trump fue uno de los pocos en abordar abiertamente durante su mandato.
“Nosotros estamos actuando contra el fentanilo, pero también se necesita responsabilidad del otro lado”, dijo Sheinbaum, poniendo en perspectiva el carácter binacional del problema.
El juego político detrás de las declaraciones
Las palabras de Trump no solo pueden leerse en clave de política exterior, sino también como parte de su narrativa de campaña en Estados Unidos. En su estrategia, culpar a México del narcotráfico y la violencia sirve para reforzar posturas nacionalistas, endurecer discursos migratorios y movilizar a sus votantes más radicales.
Sheinbaum, por su parte, representa una nueva etapa de liderazgo en México, con una postura que busca el equilibrio entre cooperación internacional y defensa de la soberanía nacional.
Relaciones bilaterales: entre la colaboración y el desacuerdo
Pese a las tensiones con Trump, la relación México-Estados Unidos sigue siendo una de las más complejas y estratégicas del continente americano. Seguridad, comercio, migración, medio ambiente y salud pública son solo algunas de las áreas en las que ambos países deben coordinarse, a veces con fricciones, otras con avances históricos.
Sheinbaum ha apostado por un enfoque diplomático profesional, en el que los temas se aborden con seriedad y sin convertir los desacuerdos en espectáculos mediáticos.
Firmeza, diálogo y responsabilidad compartida
La polémica generada por Donald Trump parece haber buscado provocar, dividir y polarizar. Pero Claudia Sheinbaum no cayó en la trampa. Con un mensaje medido, reafirmó su compromiso con la seguridad del país, con la soberanía nacional y con la cooperación internacional, cuando esta se base en respeto mutuo.
En tiempos en que la geopolítica se juega también en las pantallas y las redes sociales, la respuesta de Sheinbaum marca una diferencia importante: se puede ejercer poder sin estridencias, se puede defender al país sin romper puentes.
TE PODRÍA INTERESAR