A dos días de que termine 2025, la sensación es compartida: el año se fue rápido. Entre trabajo, pendientes y preocupaciones, muchos llegan a diciembre con la idea de que algo quedó inconcluso. Sin embargo, especialistas coinciden en que el cierre del año no se trata de correr, sino de detenerse un momento y poner orden.
Lo primero que recomiendan es hacer una pausa consciente. No para juzgarse con dureza, sino para observar con honestidad cómo fue el año. Qué se logró, qué no, y por qué. Este ejercicio, aunque breve, ayuda a soltar culpas y entender procesos personales y profesionales que no siempre dependen solo del esfuerzo.
El psicólogo y orientador en bienestar emocional, Carlos Méndez, explica que “cerrar un año no es hacer balances perfectos, sino reconocer que hicimos lo mejor posible con lo que teníamos”. Desde su experiencia, muchas personas llegan agotadas a diciembre porque intentan cumplir metas que ya no tienen sentido.
Manos a la obra
Un paso importante antes de que acabe 2025 es cerrar pendientes pequeños. No se trata de resolverlo todo, sino de atender aquello que pesa: un mensaje que no se envió, una llamada pendiente, un trámite sencillo o incluso ordenar un espacio personal. Esas acciones reducen la sensación de arrastre emocional.
También es buen momento para agradecer. No solo a otros, sino a uno mismo. Reconocer los esfuerzos, incluso en los momentos difíciles, fortalece la autoestima. Agradecer lo aprendido de los errores es una forma sana de despedir el año sin resentimientos.
Otro punto importante es revisar las finanzas personales. Sin hacer planes complejos, basta con mirar ingresos, gastos y deudas. Saber dónde se está parado ayuda a comenzar el siguiente año con mayor claridad y menos ansiedad, especialmente después de los gastos de diciembre.
La salud no debe quedar fuera. Dormir bien estos días, comer con moderación y moverse un poco puede marcar la diferencia. El cuerpo también necesita cerrar ciclos, y hacerlo con excesos solo traslada el cansancio a enero.
NO SON NECESARIOS LOS GRANDES PROPÓSITOS
El psicólogo Carlos Méndez subraya que el error más común es llenar estos días de expectativas irreales. “No es obligatorio empezar el año con grandes propósitos. A veces basta con elegir una intención sencilla, como vivir con menos prisa”, señala el especialista.
Reconectar con personas cercanas es otra acción valiosa. Un mensaje sincero, una visita breve o una conversación pendiente pueden cerrar heridas o fortalecer vínculos. El fin de año es una excusa, pero el impacto emocional es real.
También conviene soltar lo que no fue. Aceptar proyectos que no avanzaron, relaciones que cambiaron o decisiones que no resultaron como se esperaba. Aferrarse a lo que no funcionó impide empezar con ligereza el nuevo ciclo.
En lugar de una lista interminable de metas, muchos expertos sugieren escribir tres cosas que se quieren cuidar en 2026: la salud, el tiempo, la tranquilidad, la familia o el trabajo. Menos objetivos, pero más claros.
CHECK LIST RÁPIDO PARA CERRAR 2025
✓ Hacer una pausa y reflexionar brevemente sobre cómo fue el año
✓ Reconocer logros, incluso los pequeños
✓ Aceptar lo que no salió y soltar culpas innecesarias
✓ Cerrar pendientes simples (mensajes, llamadas, correos)
✓ Ordenar un espacio personal (escritorio, celular, agenda)
✓ Agradecer a alguien que fue importante durante el año
✓ Agradecerte a ti mismo por el esfuerzo hecho
✓ Revisar gastos y deudas sin presión, solo para ubicarte
✓ Dormir bien y cuidarte estos últimos días
✓ Evitar excesos para no iniciar enero agotado
✓ Elegir una intención sencilla para 2026
✓ Anotar tres cosas que quieras cuidar el próximo año
✓ Despedir el año con calma, no con prisas
