Bebidas azucaradas disparan diabetes en México: estudio alerta riesgo

Bebidas azucaradas disparan diabetes en México: estudio alerta riesgo
Bebidas azucaradas disparan diabetes en México: estudio alerta riesgo

La frase bebidas azucaradas y diabetes parece sencilla, pero en México representa una realidad devastadora. Todo comienza con un dato que se volvió imposible de ignorar: 30% de los casos nuevos de diabetes tipo 2 están directamente relacionados con el consumo de bebidas azucaradas, según un estudio publicado en Nature Medicine.

En un país donde los refrescos acompañan desde el desayuno hasta la cena, esta relación dejó de ser una sospecha para convertirse en un retrato epidemiológico alarmante. La historia inicia en un hogar cualquiera, donde una familia mexicana consume refrescos como parte de su rutina diaria sin imaginar que, a largo plazo, cada vaso está escribiendo un futuro complicado para su salud.

Bebidas azucaradas y diabetes — el vínculo que fractura la salud pública

El estudio presentado por especialistas en el Día Mundial de la Diabetes detalla que, solo en México, 169,425 casos nuevos de diabetes tipo 2 y 14.9% de las muertes por la enfermedad se atribuyen al consumo de bebidas azucaradas.

Las cifras globales tampoco son alentadoras: en 2020, estas bebidas fueron responsables de 2.2 millones de casos nuevos de diabetes y 1.2 millones de casos de enfermedad cardiovascular.

Y México encabeza la lista mundial. Aquí, los adultos consumen tres veces más bebidas azucaradas que el promedio global. Ni edad, ni sexo, ni nivel educativo parecen modificar esta realidad. La mayor ingesta se encuentra entre personas de 20 a 39 años, justo la población económicamente activa.

El costo humano: diabetes, muertes y un sistema de salud saturado

La diabetes tipo 2 ya era una carga pesada antes de estos datos, pero la relación con las bebidas azucaradas intensifica su gravedad.

En 2024, 112,641 personas murieron por esta enfermedad según el INEGI. Además, para 2022, 14.6 millones de mexicanos vivían con diabetes, lo que equivale al 18.3% de la población adulta.

El IMSS reporta que brinda más de 19 millones de atenciones al año a pacientes que viven con esta condición crónico-degenerativa.
Es un tsunami silencioso que avanza entre consultas, amputaciones, complicaciones cardiovasculares, insuficiencia renal y tratamientos costosos que presionan al sistema de salud.

El consumo de bebidas azucaradas y diabetes a mitad de un problema nacional

A la mitad de esta historia, la frase bebidas azucaradas y diabetes sigue siendo el eje del drama. La evidencia epidemiológica no solo aporta datos: abre la puerta a comprender cómo operan los hábitos, la mercadotecnia y la falta de regulación efectiva.

Expertos del Instituto Nacional de Salud Pública resaltan que México es el segundo país en América con más adultos diagnosticados con diabetes, solo después de Estados Unidos. Las proyecciones indican que para 2050 habrá 20 millones de adultos viviendo con la enfermedad.

El problema no se detendrá sin cambios estructurales.

Impuestos, etiquetas y una industria que se niega a retroceder

Desde 2014, México implementó un impuesto a las bebidas azucaradas. Hoy, especialistas como el doctor Juan Carlos Salgado señalan que ha sido efectivo para reducir compras.
El etiquetado frontal de advertencia también ha contribuido a disminuir la intención de compra y ha incentivado la reformulación de productos para reducir su contenido de azúcar.

Pero del otro lado está una industria poderosa.
Christian Torres, de El Poder del Consumidor, denuncia tácticas agresivas de marketing, como las Caravanas Navideñas de Coca-Cola, que normalizan y celebran el consumo masivo de estas bebidas, incluso entre niños.
Una estrategia que, además, viola regulaciones de salud y protección al consumidor.

El futuro depende de enfrentar la realidad de las bebidas azucaradas y diabetes

Hoy, las historias personales, los estudios científicos y los datos del sistema de salud convergen en una sola frase: bebidas azucaradas y diabetes. Es un vínculo confirmado, potente y con consecuencias que ya se sienten en todo el país.

La advertencia no es para el futuro: es para ahora.

Y al cerrar esta nota, queda claro que el final también lleva la misma frase que la abrió: bebidas azucaradas y diabetes.

Salir de la versión móvil