El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este lunes una nueva advertencia: federalizar la fuerza policial de Washington, D.C., luego de que la alcaldesa Muriel Bowser reiterara que la ciudad no cooperará con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en sus operativos.

La amenaza se produce pocos días después de que venciera la orden de emergencia que había puesto al Departamento de Policía Metropolitana (MPD) bajo control federal. Aunque dicha medida ya no está en vigor, Trump aseguró que podría declarar una Emergencia Nacional si considera que el crimen aumenta en la capital.

La postura de la alcaldía

La alcaldesa Muriel Bowser emitió una orden el pasado 2 de septiembre en la que definió con qué agencias federales trabajaría la policía local, incluyendo al FBI, la DEA y el Servicio Secreto, pero dejando fuera explícitamente al ICE.

Durante un acto público el 10 de septiembre, Bowser afirmó que la aplicación de leyes de inmigración no forma parte de las funciones del MPD, ni lo será en el futuro.

La oficina de la alcaldesa evitó dar comentarios tras las declaraciones de Trump, aunque previamente había reconocido que los índices de criminalidad ya mostraban una tendencia a la baja antes de la intervención federal.

Los argumentos de Trump

En una publicación en redes sociales, Trump aseguró que su decisión de intervenir en la seguridad de D.C. había contribuido a reducir el crimen. Según el presidente, cortar la cooperación con ICE podría revertir los avances y generar un repunte delictivo.

“El crimen aumentará si cesa la cooperación. En ese caso, ¡¡¡declararé una Emergencia Nacional y federalizaré, si es necesario!!!”, escribió Trump.

La Casa Blanca no aclaró si el mandatario planea extender o renovar la orden previa que caducó el 11 de septiembre.

Impacto de la intervención federal

De acuerdo con datos analizados por The Associated Press, más del 40% de los arrestos realizados durante el período de emergencia estuvieron vinculados a temas de inmigración, reflejando la insistencia de la administración Trump en reforzar su política migratoria dentro de la estrategia contra el crimen en la capital.

Actualmente, agencias federales como el FBI, la DEA, el Servicio Secreto, además de unidades de la Guardia Nacional de D.C. y de siete estados, continúan operando en la ciudad.

Contexto político en el Congreso

La disputa se desarrolla al mismo tiempo que el Comité de Reglas de la Cámara de Representantes revisa proyectos de ley que afectarían al distrito, entre ellos la reducción de la edad mínima de enjuiciamiento para ciertos delitos graves de 16 a 14 años y la limitación de la autoridad local sobre leyes de sentencia y selección de jueces.

Cabe recordar que Washington, D.C., goza de un autogobierno limitado desde 1973, aunque el Congreso y el Ejecutivo federal mantienen un papel clave en la aprobación del presupuesto y en la supervisión de las leyes locales.

Una tensión recurrente

El enfrentamiento entre Trump y Bowser refleja un choque de visiones sobre la seguridad y la inmigración en la capital del país. Mientras el presidente insiste en fortalecer la aplicación de leyes migratorias como parte de la lucha contra el crimen, la alcaldía defiende la autonomía local y se opone a que la policía actúe como brazo del ICE.

Por ahora, el futuro del control policial en D.C. dependerá de si Trump convierte su amenaza en una nueva orden federal o si la tensión política se mantiene en el terreno discursivo.