El pasado sábado, Donald Trump sorprendió a la opinión pública al pedir al Departamento de Justicia tomar medidas legales contra sus rivales políticos, incluyendo al senador Adam Schiff y a la fiscal general de Nueva York, Letitia James.
Esta acción generó alarma en el Senado. El líder de la minoría demócrata, Chuck Schumer, advirtió que usar el ministerio como un instrumento para perseguir adversarios es un camino directo hacia la dictadura.
“Convertir el departamento en un instrumento que persigue a sus enemigos, sean culpables o no… es el camino a una dictadura. Eso es lo que hacen las dictaduras”, declaró Schumer a CNN.
La polémica se intensifica porque Trump, frustrado por la falta de acciones legales, envió un mensaje público a “Pam”, aparentemente Pam Bondi, fiscal general, solicitando medidas inmediatas contra Schiff y James.
Despidos y tensiones en investigaciones legales
El viernes anterior, Trump despidió al fiscal federal Erik Siebert, encargado de supervisar la investigación sobre Letitia James. Según informes, Siebert insistió en que no había pruebas suficientes para acusarla de fraude hipotecario, lo que provocó su despido.
El presidente justificó la medida en redes sociales:
“Lo despedí, y hay un Gran Caso, y muchos abogados y expertos legales lo afirman”.
Estas acciones marcan un patrón de presión política sobre instituciones que históricamente han sido independientes, generando inquietud sobre la crisis institucional en Estados Unidos.
Reacciones de los demócratas y expertos legales
Schumer no fue el único en manifestar su preocupación. Otros miembros del Senado recordaron que la independencia judicial y del Departamento de Justicia es clave para garantizar el estado de derecho.
Expertos señalan que la repetida presión sobre fiscales y autoridades independientes puede erosionar la confianza pública, crear precedentes peligrosos y socavar los mecanismos de control y equilibrio que sostienen la democracia estadounidense.
“La credibilidad del país está en juego. Acciones como estas ponen en riesgo la democracia misma”, afirma un analista legal consultado por medios estadounidenses.
El contexto político y las investigaciones previas
Adam Schiff y Letitia James han liderado investigaciones que Trump ha calificado como cacerías de brujas políticas, lo que aumenta la tensión entre el Ejecutivo y otros poderes del Estado. La situación recuerda cómo la política en EE. UU. puede polarizar incluso a instituciones diseñadas para operar de manera neutral y objetiva.
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