En un movimiento con repercusiones económicas globales, la administración estadounidense y la Unión Europea anunciaron un acuerdo marco que establece un arancel del 15% sobre vehículos y otros bienes importados desde el bloque europeo. Este pacto desactiva la amenaza de aranceles más elevados que pendía sobre las relaciones transatlánticas, pero al mismo tiempo, solidifica un cambio fundamental en la política comercial global.
El acuerdo fue presentado como una victoria por la Casa Blanca, que también destacó compromisos por parte de la UE para adquirir $750 mil millones en productos energéticos estadounidenses y realizar $600 mil millones en nuevas inversiones hasta 2028. La noticia fue recibida con una reacción contenida en Wall Street, que se mantuvo mayormente estable, mientras el dólar estadounidense se fortalecía.
El Fin del Libre Comercio como lo Conocíamos
Aunque el acuerdo evita el peor escenario de una guerra comercial, los analistas señalan que no representa un retorno al libre comercio. Más bien, institucionaliza un paradigma de «comercio gestionado», donde las barreras arancelarias se convierten en una herramienta de negociación permanente.
Este nuevo arancel del 15%, aunque menor al 25% previamente amenazado, sigue siendo una barrera significativa que afectará las cadenas de suministro y, en última instancia, los precios al consumidor. Empresas automotrices como Stellantis ya habían advertido sobre un posible impacto de hasta $1.7 mil millones en sus ganancias debido a la incertidumbre arancelaria, una cifra que ahora deberá ser reevaluada bajo las nuevas condiciones.
El Dilema de la Reserva Federal y el Impacto en el Consumidor
La decisión comercial llega en un momento crítico para la economía estadounidense y plantea un desafío para la Reserva Federal (Fed), que se reunirá esta semana para decidir sobre las tasas de interés.
- Presión Inflacionaria: Los aranceles son, en esencia, un impuesto sobre las importaciones. Este costo adicional generalmente se transfiere a los consumidores, generando presión inflacionaria. Al fijar una tasa del 15%, el acuerdo introduce un factor inflacionario estructural que la Fed no puede ignorar.
- Decisión de Tasas: La Fed busca controlar la inflación sin frenar el crecimiento económico. Un arancel permanente complica este equilibrio. Si la inflación aumenta debido a los aranceles, la Fed podría verse obligada a mantener las tasas de interés más altas por más tiempo, lo que encarecería los préstamos para automóviles, hipotecas y tarjetas de crédito para el ciudadano promedio.
«Los acuerdos comerciales parecen contar como una victoria calificada para Trump, con otros países otorgando a EE.UU. términos comerciales favorables mientras aceptan los aranceles estadounidenses», señaló Eswar Prasad, economista de la Universidad de Cornell, destacando la naturaleza compleja del resultado.
Mientras la Casa Blanca celebra la reducción de la incertidumbre, los consumidores y las empresas ahora deben adaptarse a una nueva realidad donde los costos del comercio internacional son más altos. El impacto final se verá reflejado en los precios de los concesionarios de automóviles, los estantes de los supermercados y los estados de cuenta bancarios en los próximos meses.
TE PODRÍA INTERESAR