La última década transformó por completo la forma en que consumimos series. El auge del streaming, el cambio en los hábitos de los espectadores y la creciente inversión en producciones televisivas dieron paso a narrativas más complejas, audaces y cinematográficas. Algunas series no solo captaron millones de seguidores, sino que también rompieron moldes, influyeron en la cultura popular y elevaron el estándar del medio.
A continuación, repasamos algunas de las series que marcaron un punto de inflexión en la televisión reciente y que todo amante del entretenimiento debería conocer.
Breaking Bad (2008–2013)
Aunque comenzó antes de la década, su impacto se consolidó en los años siguientes. Breaking Bad redefinió el concepto de anti-héroe y mostró que la televisión podía ofrecer personajes complejos, desarrollo profundo y tensión narrativa digna del cine.
Su spin-off Better Call Saul (2015–2022) también amplió y profundizó el universo, con gran éxito crítico.
Game of Thrones (2011–2019)
Basada en la saga de George R.R. Martin, esta serie puso la fantasía medieval en el centro del mainstream global. Con una escala de producción sin precedentes, tramas políticas intricadas y personajes inolvidables, Game of Thrones cambió la manera en que se concebían las superproducciones televisivas.
A pesar de su controvertido final, su influencia en la industria es incuestionable.
Fleabag (2016–2019)
Con solo dos temporadas, esta comedia británica creada y protagonizada por Phoebe Waller-Bridge rompió esquemas con su uso de la cuarta pared, humor ácido y mirada íntima a la vulnerabilidad humana.
Fue una prueba de que se puede hacer contenido breve, personal y universal a la vez.
The Crown (2016–presente)
Esta serie sobre la monarquía británica elevó el drama histórico con producción de lujo, guiones cuidados y actuaciones magistrales. También fue una apuesta clave de Netflix por contenidos de alto perfil y larga duración.
The Crown demostró que una narrativa pausada y basada en hechos reales podía atraer audiencias globales.
Stranger Things (2016–presente)
Un homenaje a la cultura pop de los años 80, la ciencia ficción y el horror adolescente. Con su mezcla de nostalgia, suspenso y personajes entrañables, esta serie se convirtió en un fenómeno mundial.
Catapultó la carrera de sus jóvenes protagonistas y revitalizó géneros clásicos en un formato moderno.
Chernobyl (2019)
Miniserie de HBO que retrata la tragedia nuclear soviética con una mezcla de rigor histórico, dramatización intensa y un mensaje atemporal sobre el poder, la negligencia y la verdad.
En solo cinco episodios, Chernobyl se convirtió en un referente de cómo una miniserie puede impactar más que una serie larga.
The Mandalorian (2019–presente)
Fue la primera gran apuesta de Disney+ y demostró que el universo de Star Wars podía vivir más allá del cine. Con efectos de cine, narrativa episódica y un protagonista carismático, esta serie revolucionó la forma de producir televisión con tecnologías como StageCraft.
Y, claro, introdujo al icónico “Baby Yoda” (Grogu).
Euphoria (2019–presente)
Con una estética provocadora, temas duros y actuaciones intensas, Euphoria se convirtió en una voz poderosa para una generación joven. Aborda temas como adicciones, identidad, violencia y salud mental con una narrativa visualmente impactante.
Su estilo marcó tendencia y redefinió los dramas juveniles.
Succession (2018–2023)
Esta serie sobre una familia disfuncional al mando de un imperio mediático combinó drama, sátira y humor negro. Fue elogiada por sus diálogos afilados, actuaciones memorables y su aguda crítica al poder y la ambición.
Succession se convirtió en sinónimo de televisión de alta calidad, con múltiples premios Emmy.
Dark (2017–2020)
Producción alemana de Netflix que mezcló ciencia ficción, viajes en el tiempo y drama familiar en una historia compleja y adictiva. Fue una de las primeras series no angloparlantes que alcanzó popularidad global, abriendo paso a más contenidos internacionales.
Su narrativa intrincada exigía atención, y el resultado fue fascinante.
Estas series no solo entretuvieron a millones, sino que transformaron el panorama televisivo. Ya sea por su innovación técnica, su profundidad narrativa o su impacto cultural, cada una de ellas demostró que la televisión puede ser tan poderosa, artística y relevante como el cine.
Explorar estas historias es comprender cómo ha evolucionado el arte de contar en pantalla en los últimos años.
