Muere Chuck Mangione, ícono del jazz y genio de “Feels So Good”

Muere Chuck Mangione, ícono del jazz y genio de “Feels So Good”
El legendario fliscornista Chuck Mangione falleció a los 84 años dejando un legado inmortal con su música, dos Grammys y décadas de historia en el jazz.

El adiós a Chuck Mangione, un alma del jazz que hizo historia

Cuando el mundo del jazz pierde a uno de los suyos, no es solo una nota la que deja de sonar: es un corazón entero que deja de latir en clave musical. Esta semana, el fliscornista y compositor Chuck Mangione falleció a los 84 años en su casa en Rochester, Nueva York, mientras dormía plácidamente. Su legado, sin embargo, sigue retumbando como un solo perfecto: vivo, eterno, necesario.

De Rochester al mundo: la infancia marcada por Gillespie

Nacido como Charles Frank Mangione en 1940, creció entre vinilos de leyendas como Miles Davis y Dizzy Gillespie, quien además era un amigo íntimo de la familia. Gillespie, impresionado por el talento precoz de Mangione, le regaló una de sus trompetas características, un gesto que selló un destino brillante.

A los ocho años, Chuck ya tocaba música como si tuviera siglos encima. Pero lo que lo diferenciaba no era solo su habilidad técnica: era la calidez emocional con la que impregnaba cada nota, como si soplara directamente desde su alma.

Un Grammy, dos Grammys… y un sonido inolvidable

Con más de 30 álbumes en su haber y una carrera que abarcó cinco décadas, Mangione no solo grabó discos: creó estados de ánimo. Su tema “Feels So Good”, lanzado en 1977, no solo alcanzó el número 4 del Billboard Hot 100, sino que se convirtió en un himno del smooth jazz. El álbum del mismo nombre continúa rotando en emisoras especializadas y playlists nostálgicas, y con justa razón.

Ganó dos premios Grammy: el primero en 1977 por la pieza instrumental “Bellavia”, en honor a su madre, y otro en 1979 por “Los hijos de Sánchez”, la banda sonora de la película homónima que también recibió un Globo de Oro.

El jazz como un acto de amor: conexión con el público

Mangione no era de los que se retiraban del escenario y se encerraban tras bambalinas. Su familia lo recuerda con ternura: “Después de cada concierto se sentaba al borde del escenario a firmar autógrafos, a hablar con los fans”. Era un artista, sí, pero ante todo, era un puente humano.

De los Juegos Olímpicos a la televisión

En una jugada inesperada pero brillante, sus composiciones “Chase The Clouds Away” y “Give It All You Got” fueron seleccionadas como temas oficiales de los Juegos Olímpicos de Montreal 1976 y Lake Placid 1980, respectivamente.

Pero Chuck también supo reírse de sí mismo: a finales de los 90, una nueva generación lo descubrió cuando se interpretó a sí mismo en la serie animada “King of the Hill”, como portavoz de una tienda ficticia. El gag, lejos de restarle seriedad, lo humanizó aún más, y mostró su capacidad para reinventarse con humor.

Chuck Mangione: una melodía que nunca se apaga

Hablar de Chuck Mangione es hablar de una revolución silenciosa en la historia del jazz. No necesitaba palabras, ni discursos, ni luces: sólo bastaba una nota para que todo se transformara en emoción.

Su música continúa tocando almas, apareciendo en películas, series, y sobre todo, en los corazones de quienes crecieron con su inconfundible fliscorno.

Hoy, el mundo lo despide en silencio, pero el eco de su arte seguirá viajando entre radios, playlists y escenarios, donde cada nueva generación lo descubrirá como lo que fue: una leyenda que hizo del jazz una caricia sonora.

Salir de la versión móvil