Seis años. Eso fue lo que los fans de One-Punch Man esperaron para ver el regreso del héroe más poderoso del anime, Saitama, y su peculiar mezcla de humor, acción y sátira. Pero la tercera temporada, en lugar de ser un renacer, se convirtió en una gran decepción para miles de espectadores en todo el mundo.
El entusiasmo que rodeó el estreno se evaporó rápidamente. Los primeros capítulos prometían recuperar la energía que definió a la obra original de Madhouse, pero el resultado final terminó siendo un reflejo pálido de lo que alguna vez fue el fenómeno del anime de acción.
Del hype al desánimo: el golpe que nadie vio venir
La caída comenzó con lo visual. El “efecto diapositiva”, como lo llaman en redes, convirtió las peleas épicas en escenas torpes y mal editadas. En lugar de los combates vertiginosos y cinematográficos de la primera temporada, J.C. Staff entregó una animación limitada que ni siquiera la comedia absurda logró compensar.
La comunidad no tardó en reaccionar. En MyAnimeList, One-Punch Man 3 apenas roza los 5,9 puntos, una de las puntuaciones más bajas para una franquicia de este calibre. En IMDb, ningún episodio supera las 5,9 estrellas, y las críticas en Rotten Tomatoes apenas alcanzan el 19% de aprobación.
El director Shinpei Nagai, centro de la tormenta mediática, llegó incluso a cerrar sus redes sociales tras recibir oleadas de mensajes agresivos. Sin embargo, más allá del acoso, la frustración colectiva refleja una herida más profunda: la pérdida de identidad de una serie que marcó una generación de fans.
La maldición de la perfección de Madhouse
La primera temporada de One-Punch Man fue tan sobresaliente que se volvió su propia maldición. La animación fluida, la dirección impecable y el humor sutil convirtieron cada episodio en una obra maestra. Pero esa excelencia puso el listón demasiado alto para sus sucesoras.
Ni la segunda ni la tercera temporada han logrado recuperar la esencia original, y el cambio de estudio se siente más fuerte que nunca. Lo que antes era una crítica al exceso del género shonen, ahora parece una parodia involuntaria de sí misma.
El paso del tiempo tampoco ayudó. Seis años de espera generaron expectativas imposibles de cumplir, y la desconexión emocional con los personajes terminó por desgastar incluso a los seguidores más fieles.
¿El final del héroe más poderoso?
Aunque no hay anuncio oficial, muchos fans creen que esta podría ser la última temporada de One-Punch Man. Las bajas puntuaciones, el desinterés del público y la presión sobre el equipo creativo han creado un ambiente poco favorable para continuar.
Paradójicamente, el héroe que derrotaba a cualquiera de un solo golpe parece haber sido vencido por su propia sombra. Saitama sigue siendo invencible en la ficción, pero su serie ya no logra impactar como antes.
Tal vez el mayor enemigo de One-Punch Man no sea otro villano, sino la nostalgia de su propio éxito.
