La palabra del 2025 según la FundéuRAE, institución asesorada por la RAE, es “arancel”. Este término fue seleccionado por su innegable presencia e influencia en el debate económico, político y mediático a nivel global a lo largo del año. Su relevancia informativa y su uso constante en los medios de comunicación de habla hispana consolidaron su elección.
La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) anunció que “arancel” se impuso a una lista de once términos finalistas. La elección responde directamente a la trascendencia que tuvo este vocablo durante los últimos doce meses, especialmente en un contexto de discusiones sobre tensiones comerciales, decisiones políticas y cambios económicos con gran impacto mundial.
La entidad, perteneciente a la Real Academia Española (RAE), explicó que el vocablo dejó su nicho en los ámbitos técnicos para instalarse con fuerza. Se convirtió en una de las palabras más repetidas del año, apareciendo en titulares, análisis periodísticos y conversaciones cotidianas. Este protagonismo mediático fue un factor determinante.
La razón de que “arancel” sea la palabra del 2025
Durante el 2025, el concepto de “arancel” se situó en el epicentro de discusiones clave sobre la política comercial internacional y las relaciones económicas entre países. Este foco impulsó su uso reiterado en noticias y en declaraciones de funcionarios y líderes mundiales. La FundéuRAE destacó que este protagonismo lo convirtió en un término clave para entender el clima político y económico del periodo.
En términos estrictamente lingüísticos, la elección de la palabra del 2025 también se basó en su solidez. Se valoró que “arancel” es una palabra correctamente formada en español, bien documentada en el idioma. Además, posee un significado preciso, lo que refuerza su presencia en el discurso informativo sin necesidad de recurrir a préstamos o extranjerismos innecesarios.
El término “arancel”, según el Diccionario de la Lengua Española, se define como la tarifa oficial que establece los derechos que se deben pagar. Se aplica comúnmente a determinados servicios, como los aduaneros. Sin embargo, en 2025, su uso se amplió considerablemente.
Pasó a representar una noción central en el debate público. Ahora, se asocia directamente a decisiones que impactan profundamente en las economías nacionales y, por ende, en las relaciones bilaterales y multilaterales entre distintos países. Es una palabra con una gran carga semántica en el contexto actual.
Elecciones de la RAE
La elección de la palabra del 2025 forma parte del trabajo anual que realiza la FundéuRAE. Su labor se centra en observar la evolución del idioma y promover un uso del español que sea claro, preciso y adecuado en los medios de comunicación. Los términos finalistas estaban todos vinculados a fenómenos sociales, tecnológicos y políticos relevantes del año que termina.
El impacto global de las políticas arancelarias fue el motor principal para que la FundéuRAE se decantara por este término. Las decisiones de imponer o modificar aranceles se tradujeron, a menudo, en consecuencias directas sobre los precios al consumidor, la competitividad de las industrias y las dinámicas laborales a escala mundial. Este efecto dominó hizo que “arancel” trascendiera la jerga económica especializada para instalarse en la conversación diaria de los ciudadanos.
La palabra se convirtió en un símbolo de las nuevas tensiones proteccionistas y del reordenamiento del comercio internacional, demostrando su capacidad para encapsular un fenómeno complejo y con ramificaciones en todos los sectores. Su poder de síntesis de la coyuntura geopolítica y económica de 2025 es indiscutible.
La labor de la FundéuRAE al seleccionar “arancel” no solo es un ejercicio de observación lingüística, sino también un reflejo sociopolítico del año.
Al destacar una palabra ligada a la economía y el comercio, la institución subraya la importancia de estos temas en la agenda pública y mediática. Esta elección contribuye a fomentar la reflexión sobre el lenguaje utilizado para abordar realidades complejas y promueve la precisión en el uso de los términos técnicos.
“Arancel” sirve así como un puente entre la especialización económica y la comprensión pública, consolidando su posición como la palabra que mejor define el espíritu del 2025. La palabra cumple con el doble criterio de relevancia y corrección idiomática.
