El esposo de Viridiana se coló a los escombros para buscar a su pareja por 12 años; tiene esperanzas
CIUDAD DE MÉXICO.- Julio Ocaña Rodríguez trabajaba en el momento del
sismo de magnitud 7.1 del pasado martes. Tras la sacudida no obtuvo respuesta de su esposa, Viridiana García, por lo que decidió caminar desde avenida Universidad, donde trabaja en la producción de Yuriria Sierra, en Grupo Imagen, hasta
calzada de Tlalpan, pero cuando llegó vio que el edificio, su casa,
habían colapsado. Ella quedó atrapada.
“Me tiré al piso a llorar, es que no lo puedes creer”, recordó Julio.
Casi 50 horas después del sismo, el especialista en audio recibió buenas noticias: su esposa, con la que lleva 12 años casado, dio
señales de vida junto a otras
seis personas. Incluso se ha colado a los escombros para tratar de buscar a
Viri, pero los marinos lo echaron por los
riesgos. Prefirió que su hijo, de nueve años, por el momento
no supiera de la situación de su madre. El niño se quedó con un familiar y sólo le dijeron que sus papás tenían
mucho trabajo. Ayer por la mañana a Julio se le notaba esperanzado y cargando a su perro, Macario, que fue
rescatado. Anocheció y no perdió la esperanza. La situación es complicada porque nadie le informa nada a los familiares de los
atrapados y que ellos deben estar metiéndose a los escombros para enterarse. El ánimo tampoco lo perdió la familia de
Fátima Basurto, de 56 años de edad, maestra de inglés que fue de las primeras en mostrar
signos de vida bajo los escombros.
“Queremos a nuestros familiares como estén, pero los queremos enteros. Que no pase lo del sismo del 85, que dentro de los escombros iba gente”, exigió con voz entrecortada Salvador Basurto, hermano de Fátima.
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