La ciencia ha dado un paso de gigante. Autoridades de EEUU aprobaron Lenacapavir, el primer tratamiento preventivo contra el VIH en forma de inyección que requiere solo dos aplicaciones al año, un hito calificado como «histórico» que podría cambiar el rumbo de la pandemia.
En una de las noticias más esperanzadoras del año en el campo de la salud pública, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha dado luz verde a Lenacapavir, comercializado como Yeztugo. Se trata de un fármaco revolucionario que se posiciona como la primera y única opción de profilaxis preexposición (PrEP) inyectable de acción prolongada para la prevención del VIH.
Lo que hace a este tratamiento un verdadero parteaguas es su pauta de administración: solo dos inyecciones al año, una cada seis meses. Este avance ofrece una alternativa radical a las pastillas de toma diaria, que, a pesar de su eficacia, presentan un importante desafío de adherencia para muchas personas en riesgo.
¿Cómo Funciona y Por Qué es un Cambio de Juego?
Lenacapavir funciona mediante una inyección subcutánea en el abdomen, donde crea un «depósito» del medicamento que se libera lentamente en el organismo, garantizando una protección sostenida durante seis meses. Su eficacia ha sido calificada como extraordinaria.
En los ensayos clínicos, demostró una efectividad superior al 99.9% en la reducción del riesgo de transmisión, un resultado tan contundente que funcionalmente se le compara con una vacuna de alta potencia.
«Este fármaco realmente tiene el potencial de poner fin a la transmisión del VIH», afirmó Greg Millett, director de políticas públicas de amfAR, la Fundación para la Investigación del SIDA, subrayando la magnitud del logro.
El principal beneficio de Lenacapavir es que ataca el eslabón más débil de la estrategia de prevención actual: el factor humano. El olvido de tomar una pastilla diaria o el estigma social asociado a tener el medicamento en casa son barreras que esta nueva opción podría derribar, protegiendo a millones de personas que hasta ahora no se beneficiaban plenamente de la PrEP oral.
El Obstáculo: Un Milagro Médico Frente a la Realidad Económica
A pesar del optimismo arrollador, existe una barrera formidable que podría limitar el impacto global de este avance: el costo. Aunque el precio final no ha sido revelado, analistas del sector estiman que el tratamiento podría alcanzar los 25,000 dólares anuales por persona en Estados Unidos.
Este posible costo prohibitivo plantea un dilema ético fundamental. Se ha desarrollado una herramienta capaz de alterar el curso de una pandemia que aún cobra más de un millón de vidas al año a nivel mundial, pero su acceso podría quedar restringido a una minoría privilegiada. La batalla que se avecina ya no será solo científica, sino económica y de acceso equitativo a una tecnología que puede salvar millones de vidas.
