
Herbario Nacional, el refugio histórico de plantas

Herbario Nacional, el refugio histórico de plantas
El Herbario Nacional ayuda a conocer la diversidad florística de México y aporta la información de los ecosistemas que conviven en selvas y desiertos pequeño cambio implica no solo la extinción de plantas, sino también de animales o insectos.
Como muestra de la riqueza en biodiversidad que existe en México, el Instituto de Biología (IB) de la UNAM resguarda el Herbario Nacional de México, uno de los más reconocidos a nivel internacional por ser el acervo que mejor representación tiene de las plantas nativas del país.
Con una colección que resguarda información obtenida por exploradores e investigadores desde hace más de 200 años, el Herbario Nacional custodia hoy cerca de un millón 500 mil ejemplares que se pueden encontrar en el país; de dicha reserva destacan 10 mil 500 ejemplares de su colección-tipo, que son aquellos en los cuales se basa la descripción de una especie, y cuya presencia y número en los acervos biológicos son una medida del aporte al conocimiento científico de la biodiversidad de una región.
El profesor e investigador del Instituto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alberto Reyes García, resaltó la importancia que significa el conocimiento de la diversidad florística del país.
Subrayó que gracias a la información recabada en este herbario hoy es posible conocer la distribución geográfica de todas las especies de plantas que crecen en el país, a partir de lo cual se busca ayudar a desarrollar las políticas de aprovechamiento sustentable existentes.
Por ello, para quien busca conocer la riqueza del país es posible visitar estas 11 colecciones resguardadas en igual número de salas, una de las cuales se especializa en algas, hongos, líquenes y biofitas, y las 10 restantes en plantas vasculares, explicó.
Estas salas se dividen por clasificación en Polypodium, Zea, Bletia, Acacia, Opuntia, Thevetia, Salvia, Dahlia, Tipos y Floras, donde se pueden encontrar desde los ejemplares más conocidos hasta las plantas que dieron origen a las que hoy se conocen, como el maíz.

Años de conocimiento
Además, continuó, asociada a la colección de plantas vasculares está la colección de frutos y semillas y la Xiloteca, que es una selección de maderas (xylos=madera) y en cuyo acervo está representada en mayor o menor medida la propia flora del país.
Como con la fauna, la biodiversidad florística de México juega un papel preponderante para la conservación de los ecosistemas del territorio nacional, sobre todo ahora que el planeta enfrenta el gran reto que representa el calentamiento global, advirtió.
Y es que muchas de las especies herbarias del país son más vulnerables al cambio climático de lo que uno puede imaginar, como podrían ser los líquenes y los helechos, afectados severamente por los actuales ciclos de sequía y que son más intensos de lo que solían ser.
Esta vulnerabilidad, detalló Reyes García, se debe a que muchas plantas están perfectamente sincronizadas a ciclos naturales, de manera que si un periodo de sequía se intensifica o las lluvias tardan en llegar, es indudable que no podrán reproducirse y comenzarán a estar en peligro de extinción.
Pero los efectos del cambio climático pueden incluso ser más profundos y graves, pues gran parte de la biodiversidad florística está perfectamente relacionada en interacción con la fauna que vive en el país.
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