Tasas de interés es el concepto que hoy domina la conversación financiera global, y no es para menos: cada movimiento —o la ausencia de éste— por parte de la Reserva Federal tiene el poder de frenar o acelerar a los mercados en cuestión de minutos. En esta ocasión, la posibilidad de que la Fed mantenga sin cambios su política monetaria no solo apagó la euforia detonada por los resultados históricos de Nvidia, sino que también encendió nuevas señales de cautela entre inversionistas que ahora ajustan sus expectativas para el cierre del año. El ánimo que parecía apuntar a un cierre de 2025 optimista dio un giro repentino cuando los datos laborales en Estados Unidos revelaron una economía más sólida de lo previsto, reduciendo las probabilidades de un recorte de tasas en diciembre y generando volatilidad inmediata en divisas, acciones y materias primas.
La reacción inicial del mercado y el impacto de Nvidia
Los mercados financieros comenzaron la jornada impulsados por el entusiasmo generado tras los resultados de Nvidia, cuyos ingresos superaron ampliamente las expectativas y reforzaron el optimismo sobre el sector de la inteligencia artificial. Sin embargo, esta euforia duró poco. Conforme avanzó el día, nuevos datos económicos en Estados Unidos enfriaron el ánimo de los inversionistas y provocaron un giro abrupto en el comportamiento de los principales índices bursátiles.

Aunque Nvidia volvió a demostrar su papel dominante en el sector tecnológico, sus acciones cayeron 3.09 % debido al cambio en el sentimiento del mercado. Otras grandes tecnológicas también retrocedieron: Amazon (-2.49 %), Netflix (-3.94 %) y Alphabet (-1.10 %). El ajuste reflejó una preocupación distinta a la esperada: ya no era el temor a una burbuja tecnológica, sino la creciente convicción de que la Reserva Federal (Fed) podría mantener sin cambios las tasas de interés por más tiempo del previsto.
Tasas de interés: Datos laborales que modifican el escenario monetario
El informe de empleo publicado el jueves reveló la creación de 119 mil puestos laborales en septiembre, más del doble de lo proyectado por los analistas, que esperaban alrededor de 55 mil. Este dato, el más fuerte desde abril, fue determinante para que los mercados reconsideraran por completo sus expectativas sobre la política monetaria.
Un mercado laboral más sólido implica que la economía estadounidense mantiene suficiente dinamismo para que la Fed opte por sostener sus tasas de interés altas con el fin de controlar la inflación. Ante esto, los inversionistas prácticamente descartaron la posibilidad de un recorte en diciembre, lo que provocó la reversión del rally matutino.
Analistas de Actinver señalaron que este dato, sumado a declaraciones recientes de miembros de la Fed, “borró la expectativa de un recorte de tasa para diciembre”, lo que cambió la dirección del mercado en cuestión de horas.
Peso mexicano y dólar: un cambio de tendencia
El peso mexicano inició la sesión fortaleciéndose frente al dólar, impulsado por el optimismo global. No obstante, conforme se consolidó la percepción de que la Fed mantendrá su postura restrictiva, la divisa mexicana perdió ese terreno ganado.
Al cierre del jueves, el peso se depreció 0.16 %, ubicándose en 18.3892 pesos por dólar en operación spot, según cifras del Banco de México (BdeM). Durante la jornada, el tipo de cambio fluctuó entre 18.3170 y 18.4200 unidades.
La presión se debe, en parte, al diferencial de tasas entre México y Estados Unidos, que podría reducirse si Banxico baja su tasa en diciembre. Actualmente, la diferencia es de 3.25 puntos porcentuales, y podría bajar a 3 puntos, disminuyendo el atractivo del peso como divisa de rendimiento.
El índice DXY, que mide el comportamiento del dólar frente a una canasta de monedas internacionales, cerró prácticamente sin cambios, con un avance mínimo de 0.01 %, ubicándose en 100.16 puntos. Aun así, el dólar logró borrar la expectativa de menores tasas de interés, lo que incidió en los mercados emergentes.
Caídas en Wall Street y ajuste global
La volatilidad impactó directamente a los principales índices de Wall Street. El Nasdaq cayó 2.15 % para cerrar en 22,078.05 puntos, arrastrado por las pérdidas del sector tecnológico. Por su parte, el S&P 500 retrocedió 1.55 %, hasta los 6,538.97 puntos.
A medida que crece la posibilidad de que la Fed mantenga una postura restrictiva en diciembre, los inversionistas buscan reajustar sus portafolios y evaluar el impacto en sectores sensibles a las tasas, como tecnología, bienes de consumo y criptomonedas.
Petróleo, oro y criptomonedas también sienten la presión
Las materias primas no estuvieron exentas de la volatilidad. El precio del Brent retrocedió 0.21 %, ubicándose en 63.38 dólares por barril, mientras que el WTI cayó 0.55 %, a 59.14 dólares.
El oro, que había coqueteado con la barrera de los 4 mil dólares la onza, también bajó 0.05 %, para situarse en 4,083.21 dólares, en un contexto donde el dólar y la Fed ejercen presión sobre los activos refugio.
En el mercado digital, el bitcóin registró una fuerte caída de 5.03 %, desplomándose hasta 86,923 dólares, reflejo de la aversión general al riesgo.
Un cierre marcado por la incertidumbre
Aunque Nvidia disipó temporalmente el temor a una burbuja en la inteligencia artificial, el foco del mercado volvió rápidamente a la política monetaria estadounidense. Con datos laborales sólidos y señales de la Fed que apuntan a mantener su postura restrictiva, los inversionistas enfrentan un cierre de año incierto, en el que cada indicador económico será determinante para la trayectoria de los mercados financieros.