El peso mexicano comenzó diciembre con una ligera depreciación, a pesar de que el dólar mostró un retroceso moderado en los mercados internacionales. La moneda mexicana cerró este lunes en 18.3103 pesos por dólar, una caída del 0.14% respecto al cierre de noviembre, luego de haber alcanzado su mejor nivel en más de un año durante la sesión previa. El movimiento, aunque marginal, se dio en un contexto de alta incertidumbre por las políticas monetarias de Estados Unidos, datos económicos mixtos y una corrección generalizada en los mercados financieros.

La jornada estuvo marcada por la reacción de los inversionistas a nuevos indicadores económicos, tensiones geopolíticas y movimientos en sectores clave como la tecnología y las criptomonedas. Si bien el retroceso del dólar pudo haber favorecido a la divisa mexicana, factores externos limitaron ese potencial impulso.
Un dólar débil que no logró fortalecer al peso mexicano
El índice DXY, que sigue el comportamiento del dólar frente a seis monedas internacionales, retrocedió 0.06% hasta situarse en 99.35 unidades. El debilitamiento del dólar se explica por la cercanía de la reunión del 10 de diciembre de la Reserva Federal (Fed), donde prevalecen dudas sobre si se realizará o no un recorte de tasas.
Tradicionalmente, un dólar más débil favorece a las monedas emergentes, pero en esta ocasión el efecto fue limitado. El mercado tomó con cautela la información económica publicada durante el día, principalmente el Índice ISM manufacturero, que volvió a ubicarse en zona de contracción por noveno mes consecutivo. Sin embargo, el subíndice de inflación sorprendió al alza, frenando una racha de cuatro meses de disminuciones, lo que sembró inquietud entre los operadores.
Mercados globales en rojo y toma de utilidades
En Estados Unidos, los principales índices bursátiles registraron pérdidas. El Nasdaq cayó 0.38%, mientras que el S&P 500 retrocedió 0.53%, rompiendo un tramo de siete meses consecutivos de ganancias.
La sesión estuvo marcada por una clara toma de utilidades, especialmente en empresas vinculadas a la inteligencia artificial, como Google, Meta Platforms y Broadcom, que habían impulsado gran parte del avance reciente del mercado. Además, el sector salud enfrentó presiones ante nuevas restricciones para la aprobación de medicamentos.
El nerviosismo también alcanzó al sector de las criptomonedas, donde el bitcóin mostró un fuerte retroceso de alrededor de 6%, ubicándose cerca de 86,700 dólares, reflejando una corrección tras semanas de altas valoraciones.
El peso ante factores internos y externos
La depreciación del peso mexicano no se debió únicamente al escenario internacional. Inversionistas esperan atentos las próximas declaraciones del presidente de la Fed, Jerome Powell, así como la publicación de más datos rezagados por el reciente cierre parcial del gobierno estadounidense.
En México, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) registró una caída marginal de 0.07%, para cerrar en 63,551.13 puntos. De las 35 emisoras del índice, solo 13 cerraron al alza, entre ellas Peñoles, Kimberly-Clark y Alfa, mientras que América Móvil, Bolsa Mexicana de Valores y Gruma arrastraron al índice a terreno negativo.
Aunque la expectativa de un recorte de tasas por parte de la Fed podría beneficiar al peso en el corto plazo, analistas advierten que el mercado sigue mostrando cautela, especialmente por el elevado nivel de valuación reciente de activos de riesgo.
Petróleo al alza por tensiones geopolíticas
Los precios del petróleo registraron incrementos impulsados por las crecientes tensiones entre Estados Unidos y Venezuela. El Brent para entrega en febrero avanzó 1.27% a 63.17 dólares por barril, mientras que el WTI subió 1.32% hasta los 59.32 dólares.
El fin de semana, la OPEP+ anunció una nueva pausa en sus incrementos de producción, una estrategia destinada a estabilizar los precios ante episodios recientes de volatilidad. Para México, estos movimientos en el mercado energético pueden influir en las expectativas cambiarias, dada la relevancia del petróleo en la balanza económica.
El arranque de diciembre para el peso mexicano fue moderadamente negativo, en un contexto dominado por señales mixtas desde Estados Unidos, correcciones en los mercados globales y tensiones geopolíticas. Aunque el dólar retrocedió, la cautela de los inversionistas y los movimientos en los mercados de riesgo limitaron un avance mayor del peso.
La atención ahora se centra en la reunión del 10 de diciembre de la Fed, donde una decisión sobre las tasas de interés podría marcar el rumbo de la divisa mexicana en las próximas semanas. Mientras tanto, el mercado mantiene una postura prudente ante un cierre de año marcado por volatilidad e incertidumbre global.