La sequía prolongada y la deuda de agua con Estados Unidos ya están teniendo efectos directos en la producción agrícola de México, advirtió la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el país.
De acuerdo con la representante del organismo, Lina Pohl, la menor disponibilidad de agua redujo de forma importante la producción de maíz blanco durante 2024, afectando a estados como Sinaloa, uno de los principales graneros del país.
Menos agua, más presión sobre cultivos estratégicos
La FAO señaló que el escenario actual combina sequía, presión sobre los recursos hídricos, volatilidad de precios y brechas sociales. Estos factores, advirtió, ya generan consecuencias económicas reales en el sector agroalimentario.
“La producción se vio afectada por la menor disponibilidad de agua, con efectos severos en zonas agrícolas estratégicas”, afirmó Pohl.
El secretario de Agricultura, Julio Berdegué, reconoció que la sequía ha tenido efectos relevantes, sobre todo en el noreste del país, aunque aseguró que el sector agropecuario mantiene crecimiento.
Según datos del Inegi, el PIB agropecuario creció 3.1% real en lo que va del año, pese a las condiciones climáticas adversas.
México mantiene autosuficiencia en maíz, asegura Agricultura
Berdegué rechazó que México haya perdido la capacidad de producir sus alimentos básicos. Afirmó que, pese a los pronósticos negativos por la sequía, el país mantiene la autosuficiencia en la producción de maíz blanco.
El funcionario insistió en que el problema no es de producción, sino de un entorno complicado por precios bajos y factores climáticos extremos.
Desde la FAO, Lina Pohl advirtió que el futuro del campo mexicano no debe basarse en producir sin límites, sino en modelos sostenibles y resilientes, especialmente frente al estrés hídrico.
“El futuro del campo mexicano está en producir con sostenibilidad, resiliencia y equidad”, subrayó.
Crisis de precios también golpea al sector rural
Además del agua, el sector agroalimentario enfrenta una crisis histórica de precios bajos, reconoció el secretario de Agricultura. Señaló que, aunque el campo sigue operando, los ingresos de productores se ven presionados.
La combinación de sequía, bajos precios y volatilidad internacional genera un entorno de alto riesgo para pequeños y medianos agricultores.
Deuda de agua con Estados Unidos y el Tratado de 1944
En paralelo, la deuda de agua con Estados Unidos, establecida en el Tratado de Aguas de 1944, mantiene presión sobre México. El acuerdo obliga al país a entregar 2,185 millones de metros cúbicos del río Bravo en ciclos de cinco años.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) aclaró que los faltantes pueden reponerse en ciclos posteriores en caso de sequía extraordinaria, como la registrada entre 2020 y 2025.
El Gobierno mexicano indicó que dispone de un ciclo adicional, que concluye en octubre de 2030, para cubrir los volúmenes pendientes sin afectar el abasto nacional de agua para consumo humano y agricultura.
La SRE sostuvo que el suministro interno está garantizado y que la entrega a Estados Unidos se hará conforme a la disponibilidad hídrica.
Acuerdos recientes entre México y EU
El pasado 12 de diciembre, México y Estados Unidos acordaron liberar 249 millones de metros cúbicos de agua, tras las lluvias recientes. Sin embargo, la tensión aumentó luego de que el presidente Donald Trump amenazara con imponer aranceles si no se liberaban 246.6 millones de metros cúbicos antes de fin de año.
Trump aseguró que México acumula un adeudo superior a 986 millones de metros cúbicos, lo que, según él, afecta a agricultores y ganaderos estadounidenses.
Ante este escenario, el Gobierno mexicano impulsa programas de tecnificación y eficiencia hídrica en distritos agrícolas de Tamaulipas y Chihuahua, ubicados en la cuenca del río Bravo.
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