Con goles de Fabián Ruiz y Hakimi, el PSG eliminó al Arsenal y va por su primera Champions, esta vez con afición y como favorito en Múnich
Al inicio de la temporada, pocos habrían apostado por el Paris Saint-Germain como uno de los protagonistas de la Final de la Champions League 2025. La salida de Mbappé, la transición en el proyecto deportivo y un grupo con rivales fuertes no parecían augurar un camino exitoso. Sin embargo, el equipo dirigido por Luis Enrique fue creciendo en cohesión, carácter y talento a lo largo del torneo.
El último paso lo dieron con autoridad ante el Arsenal, al que superaron por 2-1 en la vuelta y 3-1 en el global. Un resultado que no solo certifica el pase del PSG a su segunda final europea, sino que también lo coloca como el gran favorito para coronarse campeón en el Allianz Arena de Múnich.
Arsenal empezó fuerte, pero Donnarumma cambió la historia
El equipo londinense sabía que debía salir con todo. Tras perder 1-0 en la ida, intentaron presionar alto y buscar el gol temprano. Durante los primeros minutos, el Emirates enmudeció con cada llegada peligrosa de los ‘Gunners’. Pero entonces apareció el héroe silencioso del PSG: Gianluigi Donnarumma.
El arquero italiano fue clave para mantener el marcador en cero, y su liderazgo en el arco terminó contagiando al resto del equipo. La defensa reaccionó, el mediocampo se ordenó y el PSG comenzó a imponer su ritmo.
Fabián Ruiz y Hakimi sentenciaron con calidad
Con el control del partido ya en sus manos, el PSG encontró el momento perfecto para golpear. Fabián Ruiz, en una jugada que refleja la esencia del mediocampista total, sacó un zurdazo desde fuera del área al minuto 27. El balón se coló pegado al poste, dejando sin opción al portero rival. Fue un golazo que no solo puso al PSG en ventaja, sino que también desmoralizó a un Arsenal que parecía quedarse sin ideas.
En el segundo tiempo, cuando el partido entraba en una fase de letargo, Achraf Hakimi apareció con una jugada fulminante al minuto 72. Con velocidad, visión y precisión, marcó el segundo tanto parisino. Arsenal reaccionó apenas con un gol de Bukayo Saka al 76’, pero ya era demasiado tarde.
PSG: el sueño europeo revive con afición y esperanza
A diferencia de la final de 2020, disputada sin público debido a la pandemia, esta vez el PSG podrá contar con su afición. Y no es un detalle menor: el respaldo en el estadio puede marcar la diferencia emocional en una final. Aquella vez, el equipo cayó 1-0 ante el Bayern Múnich, pero ahora todo ha cambiado.
Este PSG se siente más maduro, más completo, más consciente de lo que implica estar a 90 minutos de la gloria europea. Bajo el mando de Luis Enrique, el equipo ha mezclado juventud, experiencia y una identidad de juego más sólida que en años anteriores.
Inter de Milán, el último obstáculo hacia la gloria
En la otra llave, el Inter de Milán también sorprendió al imponerse y clasificar a la gran final. El conjunto italiano, con una plantilla equilibrada y ordenada, representa un desafío mayúsculo. Su estilo es distinto al del PSG, más conservador, más táctico, pero igual de efectivo.
Ambos clubes llegan con argumentos válidos para soñar. El Inter busca reeditar sus glorias pasadas, mientras que el PSG quiere romper el maleficio y consagrarse por primera vez en su historia como campeón de Europa.
Luis Enrique: la mente maestra detrás del nuevo PSG
Uno de los grandes artífices del éxito parisino es Luis Enrique, quien ha sabido imprimirle al equipo una mentalidad ganadora. Desde su llegada, el club ha encontrado no solo resultados, sino también sentido de pertenencia, compromiso colectivo y resiliencia. No depende de figuras individuales, sino de una estructura funcional que se adapta al rival y responde con personalidad.
Con la final a la vista, Luis Enrique tendrá una oportunidad única: sumar otra Champions a su palmarés como técnico y hacer historia con un club que ha invertido millones, pero que aún busca el título que lo consagre entre los grandes.
El PSG ante su momento definitivo
Hay partidos que cambian la historia de un club. La final del 2025 puede ser ese momento para el Paris Saint-Germain. Más allá del talento y del presupuesto, se trata de escribir una nueva narrativa: la del PSG campeón, no solo contendiente.
Esta vez, con una afición detrás, con un equipo cohesionado y con una campaña convincente, el sueño parisino está más cerca que nunca.
