Apenas comienza a oler a césped recién cortado y ya hay dos nombres en la picota de la NFL: Mike McDaniel de los Dolphins y Kevin Stefanski de los Browns. Las casas de apuestas ya les ponen precio a sus cabezas. ¿Víctimas o culpables?
La NFL es una trituradora de reputaciones y paciencias. Cada temporada, la presión por resultados inmediatos convierte los banquillos en asientos eyectables, y la campaña 2025 no parece ser la excepción.
Según análisis especializados, como el de Ben Solak de ESPN, y el termómetro implacable de las casas de apuestas, dos nombres resuenan con fuerza en la infame lista del «banquillo caliente»: Mike McDaniel, estratega de los Miami Dolphins, y Kevin Stefanski, timonel de los Cleveland Browns. Ambos, con momentos de brillantez en sus historiales, enfrentan ahora un escrutinio feroz que podría costarles el puesto.
Mike McDaniel: El genio ofensivo sin remate en Playoffs
Mike McDaniel llegó a Miami con la aureola de ser una mente ofensiva innovadora, un discípulo aventajado del sistema Shanahan capaz de exprimir el máximo potencial de sus jugadores.
Y en gran medida, lo ha demostrado, especialmente en el desarrollo de una ofensiva dinámica alrededor del quarterback Tua Tagovailoa. Cuando Tagovailoa ha estado sano, los Dolphins han sido un equipo de playoffs. Sin embargo, ahí radica el «pero» que ensombrece su gestión: tres años al mando y ninguna victoria en postemporada.
Los críticos señalan un patrón preocupante: la ofensiva de McDaniel, tan eléctrica en temporada regular, tiende a atascarse contra defensas de élite, en el frío de enero y en territorio hostil, precisamente las condiciones que definen los playoffs.
A esto se suma la posible baja de Jalen Ramsey, un pilar defensivo cuya salida, ya sea por traspaso o por tensiones contractuales, dejaría una secundaria vulnerable y con alarmante falta de experiencia.
Si la temporada 2025 concluye con otra eliminación temprana, defender la continuidad de McDaniel se volverá una tarea titánica para la directiva de los Dolphins. Las probabilidades de despido (20-1 según una fuente offshore) reflejan esta creciente impaciencia.
Kevin Stefanski: Navegando el caos perpetuo de Cleveland
El caso de Kevin Stefanski en Cleveland es, si cabe, más complejo. A pesar de haber sido nombrado Entrenador del Año de la AP en dos ocasiones y de ser el único coach de los Browns en este siglo en ganar un partido de playoffs, su récord general sigue teñido por más derrotas que victorias (40-44). La desastrosa campaña de 2024, con un balance de 3-14 , ha encendido todas las alarmas.
La principal cruz de Stefanski ha sido la endémica inestabilidad en la posición de quarterback. La multimillonaria y fallida apuesta por Deshaun Watson, ahora lesionado de gravedad (tendón de Aquiles), ha dejado al equipo en un limbo. La competencia para 2025 se perfila como una auténtica batalla campal entre el veterano Joe Flacco, el trotamundos Kenny Pickett, y los novatos Dillon Gabriel y Shedeur Sanders.
En este contexto, no sorprende que Solak sugiera que otra temporada de tres victorias es una posibilidad real y que las casas de apuestas lo sitúen con altas probabilidades de ser el primer despedido (12-1).
Aunque se le reconoce la habilidad para manejar crisis y obtener rendimiento de quarterbacks suplentes, la paciencia en Cleveland, una franquicia con una historia reciente de disfuncionalidad y altas expectativas no cumplidas, es un recurso escaso.
El veredicto: ¿Circunstancias atenuantes o responsabilidad directa?
La pregunta fundamental que se cierne sobre ambos entrenadores es hasta qué punto son artífices de su posible caída o víctimas de circunstancias que escapan a su control total. McDaniel depende de la frágil salud de su quarterback titular y de una defensiva que podría desmantelarse parcialmente. Stefanski lucha contra la maldición de la posición de QB en Cleveland y decisiones directivas cuestionables.
No obstante, en la NFL, la responsabilidad final suele recaer en el head coach. La incapacidad de McDaniel para adaptar su ofensiva en los momentos cruciales de postemporada es un «cargo» que pesa.
Para Stefanski, aunque su habilidad como coordinador ofensivo es reconocida al punto de considerarlo un buen candidato para ese rol si es despedido, no lograr estabilizar la nave de los Browns podría ser su condena.
La temporada 2025 se presenta no como una nueva oportunidad, sino como un juicio sumarísimo para ambos. La presión de las expectativas, la lupa mediática y la sombra de las apuestas ya han dictado una sentencia preliminar. Solo los resultados en el emparrillado podrán ofrecer una apelación convincente.
