La temporada 2025–26 de la NBA no será una más. Tras un verano de ajustes, nuevas alianzas y jóvenes listos para irrumpir, la liga entra en su momento más competitivo y diverso en años. Los Oklahoma City Thunder, actuales campeones, defenderán su título con una plantilla diseñada para el futuro, mientras que históricos como los Boston Celtics, Los Angeles Lakers y Miami Heat buscan recuperar protagonismo.
Pero más allá de los nombres, lo que realmente marca la diferencia este año es la evolución del juego: más físico, más táctico y más global que nunca. Con más de 200 partidos transmitidos —incluyendo las Finales completas disponibles en México a través de Prime Video—, esta temporada no solo se juega: se vive como nunca antes.
Aquí te contamos cinco razones por las que esta campaña marcará un antes y un después en la historia del básquetbol.
1. La NBA más física, profunda y humana en años
La era del pace & space, basada en el frenesí de triples y posesiones cortas, parece haber llegado a su límite. Hoy, la NBA vive un retorno al juego colectivo, donde la resistencia, la estrategia y la colaboración son tan importantes como el talento individual.
“El juego moderno ya no se gana corriendo y tirando”, explica Álvaro Martín, la voz más reconocida del básquetbol latinoamericano, quien regresa este año como comentarista principal de la NBA en Prime Video México y Latinoamérica. “Los equipos que ganen terreno serán los que preparen su banca desde octubre. No de siete, sino de diez jugadores listos para jugar minutos reales”.
En esta nueva era, las rotaciones extensas y la inteligencia táctica definen el éxito. Los entrenadores buscan plantillas más equilibradas, capaces de sostener el ritmo durante 82 partidos y una postemporada extenuante. Es el regreso a la esencia del básquet: la confianza en todos los jugadores, no solo en las estrellas.
“El baloncesto está alcanzando su madurez táctica”, dice Martín. “Es la NBA más demandante que hemos visto, y por eso también la más hermosa”.
2. El regreso de la química: los equipos que se forjan en conjunto
Después de años de cambios constantes y superestrellas mudándose de franquicia, la NBA vuelve a valorar la continuidad y la identidad. Equipos como Denver Nuggets, Boston Celtics y Oklahoma City Thunder han demostrado que la química es la clave para dominar una liga tan exigente.
“Hay equipos que entran sabiendo que harán un traspaso, y otros que apuestan por lo que tienen”, comenta Martín. “Lo fascinante será ver quién mantiene la fe en su proyecto y quién arriesga todo”.
Franquicias como los Lakers y Clippers enfrentan el límite de su ventana competitiva, mientras que Houston y Miami podrían ser protagonistas de grandes movimientos. Lo que está claro es que el básquet vuelve a premiar la lealtad y la paciencia, esos equipos que se entienden con una mirada, que juegan de memoria y que confían en su proceso.
Para los aficionados, esto significa algo más que estrategia: significa volver a conectar con el espíritu de equipo, con esas historias de redención y lealtad que hacen del básquet una verdadera novela deportiva.
3. NBA Cup: el experimento que se convirtió en una prueba de fuego
En su segunda edición, la Emirates NBA Cup deja de ser una curiosidad para convertirse en una competencia clave del calendario. El torneo, que arranca el 31 de octubre y culmina en diciembre con una final en Las Vegas, ofrece intensidad de playoffs en pleno otoño.
Martín lo describe como un “acelerador competitivo”: un formato donde los jugadores sienten la presión de la eliminación directa y los entrenadores prueban variantes que luego se trasladan a la postemporada. “Cada posesión cuenta más, las rotaciones se acortan, y los equipos aprenden a competir bajo presión”, afirma.
La Copa, además de entretenimiento, se ha vuelto un laboratorio táctico. Los jóvenes se curten, los veteranos ajustan sistemas y los aficionados disfrutan de un torneo que combina la emoción del básquet con la imprevisibilidad de la eliminación directa.
4. México ahora juega en la cancha global
Por primera vez, México no solo verá la NBA: será parte de ella. Desde el 21 de octubre, los aficionados podrán disfrutar de más de 200 partidos —incluyendo la NBA Cup, el Play-In, los playoffs y las Finales completas— en Prime Video.
“Ningún país del mundo tiene tantos juegos disponibles en un solo método de distribución como México”, explica Martín, quien compartirá transmisiones con figuras como Carlos “Coach” Morales, Enrique Garay, Omar Quintero y Charlie Cancino.
El equipo de producción contará con talento local desde un estudio en Ciudad de México, con voces como Alex Blanco, Fernanda Aguilera, Mary Carmen Lara, Claudia García, Paulina García Robles, Jorge Mota y Germán Beder.
Además, los fans podrán personalizar su experiencia con estadísticas en vivo, repeticiones instantáneas y distintos modos de transmisión. “Tú decides cómo vivirlo”, asegura Salomón Sacal, Head of Sports de Prime Video México. “Lo importante es que cada fan encuentre su forma de sentirse dentro del juego”.
5. Un juego que ahora también se escribe en español
Durante décadas, la NBA se consumía desde lejos: subtitulada o doblada. Hoy, esa barrera cultural desaparece. México y América Latina no solo ven la NBA, sino que la reinterpretan a su manera.
Según Liliana Castillo, Associate Vice President and Head of Global Media Distribution for NBA Latin America, el objetivo de esta nueva etapa es claro: “Queremos que todos puedan vivirla, que sientan que no solo la están viendo, sino que forman parte de ella”.
La NBA está aprendiendo a hablar en nuestro idioma, no solo en las transmisiones, sino en la forma en que se narran las historias. El crecimiento del público latino, cada vez más informado y apasionado, demuestra que ya no se trata de mirar de lejos: se trata de pertenecer.
La NBA 2025–26 representa el punto de madurez de una liga global. Un juego más táctico, una competencia más equilibrada, una experiencia más humana. Desde el renacer de la química en los equipos hasta la presencia histórica de México en las transmisiones, esta temporada será una celebración del básquet en su forma más completa.
El mensaje es claro: la NBA ya no es solo estadounidense; es universal, cercana y diversa.
Y este año, más que nunca, el corazón del juego también late en español.
