La noticia sobre los precios entradas Mundial 2026 ha desatado una ola de indignación entre las peñas y asociaciones de forofos de todo el mundo. Las cifras reveladas para acceder a los estadios en la próxima Copa del Mundo han sido catalogadas como una «traición monumental» por parte de la FIFA, generando un debate acalorado sobre la accesibilidad al evento deportivo más grande del planeta.
Lo que inicialmente se planteó como un torneo incluyente y popular, ahora se ve ensombrecido por tarifas que, en algunos casos, ascienden a miles de dólares, algo impensable para el aficionado promedio.
La organización de hinchas Football Supporters Europe (FSE) no tardó en levantar la voz, calificando los precios actuales de «exorbitantes». Esta reacción se produce después de que listas de precios, como la publicada por la federación alemana de fútbol, mostraran que los boletos para los partidos de la fase de grupos oscilan entre $180 y $700.
Estas cifras contrastan drásticamente con las promesas iniciales de la FIFA, que había asegurado la disponibilidad de entradas por tan solo $60, e incluso la ambición de los dirigentes de Estados Unidos de ofrecer cientos de miles de asientos a $21 en las fases iniciales de los encuentros.
El problema radica en que el boleto de menor precio en la lista de la federación alemana, por ejemplo, para el partido inaugural de Alemania contra Curazao en Houston, ya se sitúa en $180. A medida que avanza el torneo, los costos se disparan: el precio más bajo para la semifinal es de $920, llegando hasta $1,125. La final es el punto álgido de esta escalada, con un costo que arranca en $4,185 y alcanza los $8,680, cifras que superan con creces lo visto en ediciones anteriores del Mundial.
La FSE emitió un comunicado contundente, argumentando que estos precios entradas Mundial 2026 son «una traición monumental a la tradición del Mundial, ignorando la contribución de los aficionados al espectáculo».
Históricamente, el Mundial se ha concebido como una fiesta global, un evento que trasciende fronteras y clases sociales, pero con estas tarifas, el acceso se restringe a un nicho, dejando fuera a la base de aficionados que le da vida y ambiente al torneo, aquellos que viajan y generan la atmósfera única del evento.
La FIFA, por su parte, había mencionado en septiembre que los precios oscilarían inicialmente entre los ya polémicos $60 para la fase de grupos y los $6,730 para la final, siempre sujetos a cambios.
La introducción de la fijación de precios dinámicos por primera vez en el Mundial complica aún más el panorama. Esto significa que los precios pueden variar en función de la demanda, lo que anticipa que las tarifas finales probablemente se disparen, tal como ya se está observando en sitios de reventa secundarios, donde las entradas para la final en el estadio MetLife de Nueva Jersey ya superan los $11,000 dólares.
La diferencia es notable con eventos pasados. En 1994, cuando Estados Unidos fue anfitrión de la Copa del Mundo por última vez, los precios oscilaron entre $25 y $475, reflejando una política de precios más accesible. Incluso en Qatar 2022, las tarifas se mantuvieron en un rango más contenido, oscilando entre aproximadamente $70 y $1,600. La comparación de los precios entradas Mundial 2026 con los de ediciones anteriores pone de manifiesto la magnitud del incremento y la preocupación justificada de los seguidores.
El ente rector asigna solo el 8% de las entradas a las federaciones nacionales para que las vendan a sus aficionados más leales, una cuota mínima que se agota rápidamente. Esto ha llevado a que la FSE inste a la FIFA a detener de inmediato la venta de boletos a través de las asociaciones nacionales «hasta que se encuentre una solución que respete la tradición, la universalidad y el significado cultural del Mundial».
La preocupación es que, con estos costos, el evento se convierta en una experiencia elitista, perdiendo su esencia popular.
¿Cómo solicitar y qué esperar de los precios entradas Mundial 2026?
La FIFA lanzó su tercera fase de venta generalizada de entradas, conocida como «selección aleatoria», permitiendo a los aficionados solicitar partidos específicos por primera vez. Esto se da tras la publicación del calendario actualizado del torneo de 2026, que será coorganizado por Estados Unidos, Canadá y México. Ahora, los seguidores saben las fechas y lugares donde jugarán figuras como Lionel Messi o la campeona defensora Argentina, algo que no ocurría en sorteos anteriores.
El sorteo aleatorio se abrió el 11 de diciembre y cerrará el 13 de enero de 2026. Es importante destacar que «el momento exacto en el que los aficionados se inscriban en el sorteo aleatorio no afectará a sus posibilidades de resultar elegidos», según la FIFA. Los interesados pueden solicitar un máximo de cuatro entradas por hogar por partido, con un tope de 40 boletos para todo el torneo, todo a través del sitio web oficial de la FIFA.
Para postularse, los aficionados deben tener un ID de la FIFA y elegir a qué partidos y categoría de precios desean aplicar. Existen cuatro categorías, siendo la Categoría 1 la de mejores asientos y la Categoría 4 la de asientos ubicados en la parte superior de los estadios, que son teóricamente los más económicos.
Sin embargo, no hay garantía de obtener entradas, ya que el proceso es una lotería y los solicitantes exitosos serán notificados por correo electrónico en febrero, momento en que se les cobrará automáticamente. La incertidumbre y el alto costo de los precios entradas Mundial 2026 han convertido el proceso en un ejercicio de paciencia y un riesgo financiero considerable.
Los aficionados al fútbol, que son el corazón de cada Copa del Mundo, se encuentran en una encrucijada. El sueño de apoyar a su selección en el Mundial se ha topado con una barrera económica casi infranqueable. Las promesas de accesibilidad se han desvanecido, dejando un sabor amargo entre la comunidad futbolística global.
La FIFA tiene ante sí el reto de conciliar los intereses comerciales con el espíritu del deporte, un equilibrio que, por ahora, parece haberse inclinado desmedidamente hacia el lucro. Es fundamental que el organismo reconsidere el impacto de los precios entradas Mundial 2026 y busque alternativas que permitan a más gente ser parte de esta celebración.
El impacto de los precios entradas Mundial 2026 no solo se siente en el bolsillo del aficionado, sino en el ambiente y la cultura que rodea al Mundial. Si el costo sigue siendo tan elevado, la afluencia de las bases de aficionados más apasionadas se reducirá, afectando la atmósfera única que solo la diversidad y el fervor de las barras populares pueden crear. El Mundial es más que un negocio; es un fenómeno cultural, y es vital que sus precios entradas Mundial 2026 reflejen esa universalidad.
Finalmente, la FIFA ha establecido su propia plataforma de reventa para el Mundial, donde se cobra una tarifa del 15% sobre el precio total de reventa. Aunque esto busca ofrecer una vía oficial, no mitiga el problema de raíz de los precios entradas Mundial 2026 iniciales.
La situación actual exige una respuesta clara y acciones concretas por parte de la FIFA para asegurar que la Copa del Mundo de 2026 sea una verdadera celebración para todos y no solo para unos pocos afortunados con alto poder adquisitivo.
