En días recientes, el director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Rommel Pacheco, anunció que los recursos para deportistas serán entregados directamente a ellos, buscando evitar desvíos en el camino. Sin embargo, esta medida, aunque aparentemente positiva, no es nueva y tampoco garantiza el fin de la corrupción en el deporte mexicano.
Recursos directos: Una solución incompleta
Desde la desaparición del Fideicomiso para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar), la Conade ha optado por entregar los recursos de manera directa a los atletas. Pero esta modalidad ha presentado problemas serios:
- Falta de comprobación: Muchos deportistas no han presentado comprobantes de los recursos otorgados, lo que contraviene las normas de la administración pública.
- Deudores recurrentes: Según declaraciones de Pacheco, existe una larga lista de deportistas, entrenadores y federaciones con adeudos por no justificar el dinero recibido.
El círculo vicioso de la corrupción:
Desde tickets recogidos de botes de basura hasta facturas infladas, el sistema está plagado de prácticas deshonestas y desorganización que perpetúan un círculo de despilfarro y abuso.
¿Por qué prevalece esta cultura del despilfarro?
La corrupción en el deporte no es exclusiva de México, pero en nuestro país destaca por su repetición y normalización. Entre las causas más comunes están:
- Falta de transparencia: Las instituciones deportivas no comparten información ni coordinan esfuerzos, lo que permite la duplicidad de gastos.
- Poca vigilancia: No existen mecanismos sólidos que aseguren el uso correcto de los recursos públicos.
- Desinterés en la rendición de cuentas: El dinero público se ve como algo que «no sale del bolsillo propio,» fomentando el derroche.
¿Quién tiene la culpa? Una responsabilidad compartida
Los deportistas y entrenadores:
Aunque muchos cumplen con sus obligaciones, otros aprovechan la opacidad del sistema para inflar gastos o eludir la comprobación.
Las instituciones:
Organismos como la Conade y federaciones deportivas han fallado en establecer controles claros y eficientes para evitar abusos.
La cultura general:
En el deporte mexicano prevalece la idea de que los recursos públicos son ilimitados y que no hay consecuencias por su mal uso.
¿Qué puede hacer la Conade?
Para evitar que estos problemas sigan ocurriendo, es necesario implementar acciones contundentes:
- Centralización de información: Crear una base de datos compartida entre la Conade, el Comité Olímpico Mexicano (COM) e institutos estatales para evitar duplicidad de gastos.
- Capacitación: Enseñar a los deportistas y entrenadores a manejar recursos y cumplir con los requisitos de comprobación.
- Auditorías regulares: Establecer revisiones periódicas y sancionar a quienes no justifiquen los recursos otorgados.
- Tecnología para la transparencia: Implementar sistemas digitales que permitan monitorear en tiempo real el uso de los fondos públicos.
Una oportunidad para reformar el sistema
La corrupción en el deporte mexicano es un problema profundo que requiere una reforma integral. No basta con entregar recursos de forma directa; es necesario transformar la cultura del deporte, desde las instituciones hasta los deportistas, para garantizar que los fondos lleguen a donde realmente se necesitan.
México necesita un sistema deportivo que no solo impulse a sus atletas, sino que también sea un ejemplo de transparencia y rendición de cuentas.
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