
De los guantes al esmoquin: una evolución personal
El estilo de Saúl “Canelo” Álvarez ya no es un accesorio: se ha convertido en parte esencial de su identidad. Dentro del ring, sus puños narran historias de disciplina, sacrificio y gloria; fuera de él, su imagen refleja madurez, confianza y evolución. Esa transformación encuentra hoy un nuevo capítulo en su alianza con AMIRI, la firma californiana que lo eligió como embajador de su campaña Otoño-Invierno 2025, fotografiada por Hart Leshkina.
La campaña fue realizada en una mansión vintage donde las vendas de mano conviven con la sastrería impecable, creando un diálogo entre lo formal y lo íntimo, entre el atleta y el hombre que se reinventa fuera del cuadrilátero.
Moda y autenticidad: el núcleo de la colaboración
Para Canelo, la clave de cualquier asociación está en la autenticidad. “Soy fan de AMIRI, he seguido la marca y he usado su ropa”, declaró. No se trata solo de un contrato, sino de afinidad real. En la firma encontró diseños que transmiten comodidad, confianza y masculinidad moderna, cualidades que conectan con su propia forma de expresarse.
La alianza refuerza una visión compartida: tanto en el boxeo como en la moda, el compromiso, la disciplina y la obsesión por los detalles marcan la diferencia.
Canelo Álvarez y Mike Amiri: conexión de valores
El encuentro entre el boxeador y el diseñador Mike Amiri consolidó la colaboración. Ambos identificaron un terreno común: pasión, disciplina y búsqueda de la excelencia. “La moda es otro mundo —admite Canelo—, pero tiene mucho en común con el deporte: perfeccionar un oficio y dar lo mejor de ti”.
La campaña lo retrata con trajes de sastrería, camisas de esmoquin con volantes y reinterpretaciones del sportswear estadounidense, un estilo que combina sobriedad y audacia. Una de las imágenes más icónicas lo muestra con las manos vendadas y un traje impecable: un símbolo de su dualidad entre la lucha y la elegancia.
Elegancia que va más allá de la ropa
Para Canelo, la elegancia no comienza con una prenda, sino con la actitud. La define como confianza, disciplina y respeto propio. Aunque en sus inicios no tenía acceso a la alta moda, siempre se preocupó por proyectar una buena imagen. “La elegancia es ser auténtico, sin necesidad de fingir”, asegura.
Ese concepto conecta con la filosofía de AMIRI: reinterpretar lo clásico con un toque moderno. Para el campeón mexicano, esta visión también refleja su propio recorrido en el boxeo: aprender de los grandes, respetar la tradición y, después, imprimir un estilo personal.
Un mensaje para las nuevas generaciones
La campaña no solo habla de ropa. Envía un mensaje a los jóvenes sobre la importancia de crecer sin olvidar el origen. Las vendas representan su arte y sus raíces; los trajes, la evolución y el éxito alcanzado fuera del ring. Esa unión transmite la idea de que se puede triunfar en distintos ámbitos manteniendo siempre la esencia personal.
Además, Canelo destaca que esta experiencia con AMIRI le recordó que creatividad y disciplina son fuerzas que se potencian mutuamente. En su opinión, tanto el boxeo como la moda exigen atención a cada detalle, constancia y visión de futuro.
Más allá del cuadrilátero
La colaboración inspira al boxeador a salir de su zona de confort y explorar nuevas formas de crecimiento. Lo que empezó como una alianza de estilo se ha convertido en una reflexión sobre su propia carrera: cada combate es una oportunidad de superación, y cada sesión fotográfica es otra forma de contar su historia.
Con AMIRI, Canelo Álvarez reafirma que el boxeo y la moda pueden hablar el mismo idioma. En cada fotografía se funden los dos mundos: la fuerza de sus puños y la sofisticación de la sastrería. Entre guantes y trajes, disciplina y creatividad, el campeón mexicano escribe un capítulo donde la elegancia moderna se convierte en parte de su legado.